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Cuando era niño mi mamá me llevó a una fiesta de cumpleaños con tema del día de brujas. Llegué con mi disfraz, mi maquillaje, y mis colmillos. Cuando la fiesta terminó regresamos a casa y mi mamá me dio cereal para cenar. Yo estaba sentado en la mesa, todavía con el maquillaje en la cara, cuando mi padrastro entró y me vio. Me dijo: ¿por qué estás pintado? ¿ya eres joto? ¿o qué? No es la primera vez que alguien me decía eso. Lo había escuchado en la escuela, en el parque, en la calle. Siempre se hace con dolo, con afán de insultar y rebajar, pero ese día lo escuché por primera vez en mi casa mientras me comía el cereal. Yo tenía nueve años. Mi mamá le dijo: ¡no le digas eso! Él se rio y se fue. Entonces mi mamá me dijo a mí: no le hagas caso. Cuando aprendí que las cosas que él y que otros me dijeron provienen de un sistema patriarcal que promueve el machismo y del cual es muy difícil escapar, entendí y perdoné, pero ya no se trata de entender y perdonar.
Todo lo que tengo y todo lo que soy es gracias a mi mamá. Y la verdad tengo mucho. Sin embargo, a veces pienso cuánto más no habría tenido si mi mamá en vez de tener que trabajar y ser acosada cuando era adolescente hubiera continuado estudiando, si no la hubieran corrido de la facultad cuando estaba embarazada de mí, si en su trabajo no hubiera sido menospreciada y excluida. A la mayoría, las mujeres nos crían, nos protegen y proveen para nosotros. Por lo tanto, si las mujeres tienen más y mejores oportunidades, nos va mejor a todos: hombres y mujeres por igual.
El machismo te aleja de tus hijos, lastima a tu pareja, y te oprime a ti, hombre. Evita que elijas la carrera que quieres, que te pongas la ropa que te gusta, que expreses tu imagen como deseas, que expreses tus sentimientos, que llores: evita que seas humano.
Ésta es la historia de un niño, una mujer, y un hombre atrapados en el patriarcado y heridos por el machismo. Es la historia de nuestro país. Ahora estamos atravesando una etapa en la que tenemos la oportunidad de reescribir nuestra historia. Ayer y hoy fueron días importantes. Hombre, lee, infórmate, dialoga, escucha, aprende, cambia, y enseña. Esta lucha nos compete a todos, y hay un lugar para todos.