Los Templos son espacios celestiales | Élder D. Todd Christofferson

Durante su estancia en Salta, el élder D. Todd Christofferson compartió una experiencia conmovedora que tuvo al llegar a Argentina. Al pasar por inmigración, un hombre que no era miembro de la Iglesia lo abordó y comentó: "Qué hermoso es su templo, qué hermoso, parece que es de otro mundo". Este comentario resonó profundamente en el élder Christofferson, quien reflexionó sobre la naturaleza sagrada de los templos. "Y pensé, es de otro mundo, es del cielo, realmente, es el lugar donde podemos apartarnos por un tiempo del mundo, del mundo mortal, para entrar en otro espacio, un espacio sagrado, un espacio de otro mundo, un espacio celestial", expresó.

El élder Christofferson destacó que los templos de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son verdaderamente lugares celestiales en la tierra, donde los miembros pueden encontrar paz y consuelo lejos de las preocupaciones del mundo cotidiano. Estos edificios sagrados ofrecen un refugio donde los fieles pueden acercarse más a Dios y sentir Su presencia.

El élder D. Todd Christofferson resaltó el impacto transformador que los templos tienen en la vida de los miembros de la Iglesia. "Y esa experiencia nos cambia, y nos fortalece, y podemos atacar los problemas y desafíos con mayor vigor y fe", señaló. Explicó que al apartarnos de las preocupaciones y sumergirnos en el ambiente sagrado del templo, adquirimos una renovada capacidad para enfrentar los desafíos diarios.

El élder Christofferson también enfatizó las abundantes bendiciones que el Señor promete a los lugares donde se erige un templo. "El Señor nos manda bendiciones, más de las que podemos recibir...o contener, como dice en las Escrituras, y pasa a los vecinos, y a otros también, bendice a todo nuestro alrededor cuando somos fieles", agregó. El élder Christofferson reafirmó que cada vez que se establece una casa del Señor, como el nuevo Templo de Salta, el Señor envía bendiciones adicionales a ese lugar, enriqueciendo la vida de todos sus habitantes.