¡CRISIS INCONTROLABLE! El éxodo venezolano que Sheinbaum ya no puede ocultar

Lo que comenzó como un sueño para miles de familias venezolanas hoy se ha convertido en un éxodo amargo que recorre las calles de Tijuana, Tapachula y la Ciudad de México. “Queríamos vivir en México, todavía queremos vivir aquí… pero no se nos dio”, dice un migrante con la voz quebrada. “Salimos mil… y todos los días están saliendo mil, quinientos, ochocientos, setecientos… así, sin parar.”
Las imágenes son desgarradoras: familias enteras cargando maletas, niños con fiebre en brazos, adultos vendiendo lo último que tienen para comprar un boleto de regreso. “Nos vendieron un sueño y nos despertaron con la Guardia Nacional en la puerta”, gritó una madre que partió de Monterrey rumbo a Guatemala hace apenas una semana. Lo que empezó como quejas aisladas en redes sociales hoy es una estampida humana. Un retorno desesperado al sur.
Y mientras miles se van, muchos otros confiesan que vienen bajando “como pueden”, pagando desde que salieron de Venezuela sin que se les haya regalado absolutamente nada. “Lo único que pedimos es que no nos sigan engañando. Si hay que pagar un vuelo, se paga… pero no nos mientan más”, dice un joven con su mochila al hombro.
Las decisiones son radicales. Algunos regresan a Venezuela. Otros a Ecuador o Perú. Y muchos más, ante el fin del TPS en Estados Unidos, simplemente no encuentran rumbo. “Ya uno se cansa… se acabó la ilusión”, comenta un migrante mientras camina hacia el sur.
Pero esta crisis humanitaria no ocurre sola.
Y aquí entra la figura central: la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien por primera vez rompe el silencio.