Juanita Reina - Reina y Señora (1965)

«Anoche reapareció la gentil artista sevillana Juanita Reina en el Calderón, con su nuevo espectáculo "Señorío", original de Antonio Quintero, Rafael de León y el maestro Quiroga. He aquí a Juanita Reina en la plenitud de su arte. Siempre tuvo duende esta artista macarena; pero ahora se nos muestra como la verdadera reina de la tonadilla, a la que sabe dar todos los matices, la hondura, el garbo y el salero de su tierra. Al aparecer en el escenario, el público le tributó una grandiosa y prolongada ovación. Y así, durante todas sus actuaciones, a las que la genial artista va poniendo el punto justo que requiere cada canción.»

Así reseñaba el 19 de febrero de 1964 A. Laborda para el diario Informaciones la presentación del espectáculo “Señorío” en el Teatro Calderón de Madrid. Con libreto de Antonio Quintero y Rafael de León y música del maestro Quiroga, en su elenco figuraban artistas como Enrique Montoya, Emilio el Moro, el Niño San Lorenzo o su marido, el bailaor Federico Casado “Caracolillo”. El montaje obtuvo un enorme éxito, al igual que todos los que presentaría la sevillana a lo largo de esa década y aun de la siguiente. Sin embargo el concepto de espectáculo que se venía realizando desde los años treinta comenzaba a vivir una crisis que lo haría devenir en recitales en salas y toda suerte de recintos como plazas de toros o incluso estadios de fútbol.

En “Señorío” destacaron varios números comenzando por el que daba título al mismo. Igual acogida obtuvieron el vibrante pasodoble "Candela la de las Minas"    • Juanita Reina - Candela la de las Minas (1...   o la canción cómica con ribetes autobiográficos “Soltera yo no me quedo”. Entre todos ellos destacó esta sentida marcha titulada “Reina y Señora”, inspirada secuela del popular “Romance de la Reina Mercedes” dedicada a la segunda esposa del Rey Alfonso XII, María Cristina de Habsburgo-Lorena. Todos y cada uno de ellos pasaron a encabezar el nuevo repertorio de éxitos de la genial artista sevillana, siendo grabados para Belter en 1965 junto a una orquesta dirigida por Adolfo Ventas.