RUTA DE MONTANEJOS

Fuente de los Baños de Montanejos, el paraíso termal de Castellón.


Dice la leyenda que el rey Abú Zayd, el último señor almohade de Valencia, levantó Montanejos unos baños árabes para que su harén pudiera mantenerse bello y joven. Así lo indica una de las fuentes ubicadas en las inmediaciones del pueblo, justo encima de los siete caños que emanan agua mineromedicinales (declaradas de utilidad pública desde la Real Orden del 13 de octubre del año 1863). 

Los restos del balneario de Montanejos, que data del siglo XII, pueden verse en el margen derecho del río Mijares, junto a la Fuente de los Baños. Para los musulmanes, igual que para los cristianos, el agua tiene una función purificadora. Y qué mejor que aprovechar la de esta parte del Mijares donde, además de propiedades curativas, su temperatura, según el Ayuntamiento, es de 25 grados todo el año. 

Entre los siglos XVIII y XIX, la localidad de Montanejos, en Castellón, estuvo vinculada al turismo de salud y bienestar. Según Visit Montanejos:  “El botánico Cavanilles (Cavanilles 1795-97) dijo que ya había enfermos que acudían a tomar las aguas termales, suponiéndoles un desembolso numerario, que a su vez se convertía en fuente de ingresos para la localidad. En el s. XIX, Madoz en su diccionario (Madoz 1845-50) menciona: “…muy buenas aguas, siendo la más abundante la llamada de los Baños”.

El auge de este tipo de turismo también hizo que se construyera aquí la primera villa estival burguesa: villa Purificación, levantada por el empresario valenciano Jaime Asensio Tarín durante la dictadura de Primo de Rivera. El solar daba directamente al río para aprovechar sus aguas. 

Una piscina natural entre barrancos.

Hoy, la Fuente de los Baños de Montanejos es una piscina natural al alcance de todos y es uno de los principales atractivos del pueblo. Se trata de un manantial con propiedades medicinales (700 mg/l sulfatado–magnésicas bicarbonatado mixtas con agua oligometálica de mediana mineralización) encajado entre grandes paredes de roca caliza. 

Junto a ella encontramos la popular fuente de los siete caños que dan nombre al lugar y mencionan la leyenda del rey Abú Zayd. Verás que, en la parte superior, hay dos imágenes. Corresponden a la Virgen de los Desamparados y la Virgen del Lledó. Se cree que podría ser un homenaje a Abú Zayd, pues en 1236 se convirtió al cristianismo y fue bautizado como Vicente Bellvís.