El Yin y el Yang

En nuestro deambular por la geografía europea, en busca de las claves de la historia del Temple, nos ha llamado la atención la abundancia de lugares vinculados con los caballeros templarios decorados con grabados alusivos al yin y al yang. Por ello, le hemos dedicado a los citados símbolos chinos el presente vídeo, en un deseo de aproximarnos a la esencia de un pensamiento que, llegado a Occidente a través de la Ruta de la Seda, desde un principio caló hondo en la mentalidad de los magos del Temple.

El yin y el yang, representados por los colores negro y blanco respectivamente, tienen su origen común en un no dividido.

En filosofía china, yin y yang representan dos fuerzas opuestas pero complementarias que interactúan y se complementan para formar un todo, lo que nos llevaría a la dualidad en el universo, que es, al mismo tiempo, la base del pensamiento cátaro.

Este principio, basado en las fuerzas opuestas, fue establecido en el siglo III a.C., por lo tanto, heredero de la filosofía mazdeísta, creada por Zaratustra.

El yin y el yang son responsables del constante flujo del universo y su relación con la vida en general. Cuando se produce un desequilibrio demasiado grande entre el yin y el yang, pueden ocurrir catástrofes como inundaciones, tsunamis, sequías, plagas, epidemias, etc.

Yin y yang, por lo tanto, significan equilibrio, puesto que las dos fuerzas opuestas son complementarias, pero, al mismo tiempo, se atraen entre sí. Un exceso de yin o de yang produce desequilibrio.

En resumen, yin y yang representan una forma de entender el mundo, a través de la dualidad y la complementariedad, enfatizando la importancia del equilibrio para la salud y la armonía.

Entre el yin y el yang se dan cuatro relaciones básicas: oposición, interdependencia, equilibrio mutuo y transformación. Y para que todo funcione correctamente, ambas fuerzas deben estar en equilibrio.

Y ya que la vida recibe la forma de lo que le da la naturaleza, se cree que su orden puede ser conocido. Por lo tanto, los miedos irracionales de la vida pueden desacreditarse y el mal puede ser apartado a un lado. Una vez que se conoce lo desconocido, no hay que temer nada.

Yin y yang es un concepto central del taoísmo, representan la dualidad y la interdependencia de fuerzas antagónicas, pero complementarias en el universo.

El Yin es: femenino, negro, oscuridad, norte, agua (transformación), pasiva, luna, tierra, frío, vejez, números pares, valles, pobre, suave, proporciona espíritu a todas las cosas.

El yin alcanza su máximo nivel de influencia en el solsticio de invierno (21 de diciembre). El yin también puede ser representado por el tigre, el color naranja y una línea quebrada en los trigramas del “I Ching” (el libro del oráculo chino).

El yang es masculino, blanco, luz, sur, fuego (creatividad), activo, sol, cielo, cálido, juventud, números impares, montañas, rico, duro, da forma a todas las cosas.