Así nos ENGAÑARON con el futuro de la tecnología

¿Por qué la tecnología se ha vuelto tan aburrida y predecible? ¿A nadie más le ha parecido una decepción tanto la Playstation 5 Pro como la Switch 2? ¿Y qué me dices de lo que está ocurriendo con las nuevas tecnologías en general y nuestros datos? Está pasando con el iPhone, las compras online en infinidad de apps y videojuegos, los productos de smart homes y con toda la nueva tecnología en general. Piénsalo, si hablamos de hardware, de productos, las mayores innovaciones tecnológicas de la última década se han dado en industrias centradas en recopilar tus datos, espiarte y manipularte (bueno, y en la creación de drones militares, claro). Estamos aceptando cookies y cláusulas de términos y condiciones a diario, con cada web, app o compra... El futuro ya no es lo que era. Nos prometieron una revolución y nos han terminado dando escaparates de tiendas abiertas las 24 horas.

¿Soy el único que piensa que la tecnología ha tocado techo? ¿Que el hardware nuevo ya no es lo que era o que un lavavajillas que nos obliga a conectarnos a internet para lavar los platos no es exactamente la idea que tenía de lo que sería la revolución de la tecnología del futuro?

Me refiero a la tomadura de pelo constante; a cómo el futuro de la tecnología ya no es lo que era; de cómo cada vez tenemos más y más productos nuevos, sí, pero cada vez menos productos mejores. Innovadores. Y cuando intentan innovar, lo hacen por el camino equivocado.

En algún momento de este año, Samsung va a lanzar un asistente bolita que no sirve para nada. Que sí, en serio, escucha. Se llama Ballie, y es como un Alexa que nos seguirá por toda la casa. Un entrañable BB-8 que, en lugar de disparar láseres, tendrá la capacidad de saber si estás cagando blando. Después de presentarla en el 2021 y de que nos dijeran que la iban a lanzar en verano de 2025, Samsung acaba de anunciar que retrasa su lanzamiento porque..en fin, no tienen muy claro para qué sirve: “Fuentes de la industria citadas por el Korea Times aseguran que la empresa no ve claro cuál será el papel definitivo del robot en un entorno doméstico moderno”. LG también tuvo una ocurrencia similar, con un cacharro que parece el hijo de una ROOMBA y de un robot Emilio, del que tampoco hemos vuelto a saber nada.

Hablando de robots, los únicos que funcionan bien son los que han facilitado el despido de miles de empleados en Amazon y empresas similares. Los otros, los que nos van a matar a todos tarde o temprano, ni están ni se le esperan. Elon Musk, el hombre que en 2019 aseguró que habría un millón de taxis robots circulando por el mundo en 2020, lleva casi cinco años haciendo promesas sobre su robot Optimus, de las cuáles ha incumplido casi todas. El empresario está convencido de que esta industria moverá algún día más dinero que la de la industria de automóviles en su conjunto, pero por lo pronto lo único que tenemos son vídeo demostraciones de un robot que, según confesó el propio Musk, estaba siendo controlado de forma remota.

Cada año nos prometen una revolución, pero nos terminan dando basura que nadie había pedido. Apple se ha gastado 20.000 millones en desarrollar unas gafas de las que que han vendido solo medio millón de unidades y cuya fabricación está paralizada por falta de demanda.

Meta se ha gastado más de 40.000 millones en un metaverso que ha resultado ser un Second Life pero con mejores gráficos y misma sensación de estar haciendo el ridículo.

¿Te acuerdas cuando nos dijeron en 2024 que estos dos accesorios de inteligencia artificial lo iban a revolucionar todo? Pues menos de un año después de su lanzamiento, ya nadie se acuerda de ellos. La empresa del AI Pin, una especie de asistente que todos llevaríamos en la solapa para analizar nuestro mundo y ya de una vez por todas abandonar la molestia de tener que usar nuestro cerebro

Los productos más revolucionarios de los últimos años han resultado ser lavadoras con pantalla, Youtube y Spotify, cepillos de dientes con inteligencia artificial y precios de psiquiátrico y lavavajillas que nos obligan a conectarnos a la nube. No, no me lo estoy inventando, mira, en el vídeo de enseño lo que pone en el manual de instrucciones de este producto de Bosch.

Pero no todo es negativo, claro. Hoy en día es muy difícil comprarse, por ejemplo, una televisión o unos auriculares y que sean de mala calidad. Los videojuegos lucen mejor que nunca. La tecnología, en general, está más barata que nunca. Pero, entiéndeme, se suponía que el futuro iba a ser liberación, un camino repleto de posibilidades diferentes y lo que ha terminado siendo es una dictadura del algoritmo: una sociedad de grupos de ovejas en la que todos, o casi todos, cambiamos de móvil cada dos o tres años para comprarnos el mismo móvil, y seguir consumiendo todos los mismos memes y los mismos vídeos virales mientras por detrás les cedemos nuestros datos a cambio de cupones para TEMU y SHEIN. Nos prometieron una revolución, pero sólo nos han dado distracción y consumismo.