LA VERDADERA HISTORIA DE LOS CABALLOS AKHAL-TEKE (AKHAL TEKE)

LA VERDADERA HISTORIA DE LOS CABALLOS AKHAL-TEKE (AKHAL TEKE) | Soycorraje

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El Akhal-Teke no fue criado para agradar a reyes o desfilar en arenas olímpicas —aunque eventualmente haría ambas cosas—, sino para soportar el infierno en la Tierra. Temperaturas de 50°C durante el día, seguidas por noches de -30°C. Travesías de 200 kilómetros sin una gota de agua ni una brizna de pasto. El acecho de lobos, leopardos de las nieves, y hombres salvajes. El caballo que sobrevivía, se reproducía. El que no, desaparecía sin dejar rastro.
Este proceso de selección brutal, más que crianza, dio forma a un animal con capacidades fisiológicas casi sobrenaturales: su metabolismo se ralentiza un 40% ante la escasez, y su pelaje no solo refleja la luz del sol, sino que la descompone como un prisma, generando un resplandor metálico que desconcierta a quien lo ve por primera vez.
En el siglo XV, la etnia Teke, asentada en el oasis de Akhal (hoy Turkmenistán), asumió la tarea de preservar y perfeccionar esta raza. No lo hicieron por estética, sino por supervivencia. Su vida dependía de que los caballos no solo corrieran, sino que regresaran.
A los 2 años, cada potro debía correr 80 km en 5 horas bajo un sol inclemente. Si fallaba, era eliminado del linaje. Esta práctica, aunque cruel, aseguró una pureza genética basada en el rendimiento.
Los caballos eran nombrados según sus hazañas. Por Ejemplo:
“Geldyklych” (El que Vino y Volvió): Cruzó el desierto de Karakum en 7 días.
“Mukhlat” (Sin Defecto): Venció a un caballo árabe en una carrera de 3,250 km entre Ashgabat y Moscú.
Los Teke frotaban las patas de sus caballos con aceite de serpiente para endurecer los tendones. También se realizaban danzas antes de las carreras, invocando espíritus del viento para que “habitaran” el cuerpo del caballo.
En 1935, bajo el régimen soviético, el Akhal-Teke fue etiquetado como "símbolo feudal", y se ordenó su eliminación. Pero 30 jinetes turcomanos, emprendieron una hazaña épica para probar el valor de la raza. De Ashgabat a Moscú — 4,300 km en 84 días.
Con etapas de hasta 120 km diarios, los jinetes atravesaron desiertos, ríos y montañas nevadas. El clímax fue la última etapa: 360 km en 72 horas sin detenerse.
El semental líder, Arab, llegó al Kremlin con costillas expuestas y patas ensangrentadas, pero vivo. Stalin, impresionado, anuló la orden de exterminio. Desde entonces, cada 15 de abril se celebra en Turkmenistán el Día del Akhal-Teke.
6.1 El Efecto Metálico: Brillo Sin Pigmento
El pelaje metálico del Akhal-Teke no se debe al color, sino a un fenómeno óptico conocido como refracción de Lippmann. Sus folículos pilosos tienen múltiples capas de queratina que refractan la luz solar como si fueran cristales, creando tonos dorados, plateados o incluso irisados.
VII. GUERRA FRÍA: ESPIONAJE, GENÉTICA Y DIPLOMACIA ECUESTRE
Durante las décadas más tensas del siglo XX, incluso los caballos fueron piezas de ajedrez geopolítico. La inteligencia estadounidense identificó el potencial militar y genético del Akhal-Teke, y lanzó una operación secreta sin precedentes.
7.1 Operación Golden Hoof
En los años 60, la CIA ejecutó la Operación Golden Hoof, cuyo objetivo era robar sementales Akhal-Teke del haras estatal soviético “Komsomol” en Turkmenistán. Documentos desclasificados detallan que se sobornó a cuidadores con diamantes por valor de $500,000. Tres sementales fueron contrabandeados a Texas, pero murieron por estrés térmico antes de adaptarse. No obstante, su material genético fue conservado.
7.2 El “American Akhal-Teke”
De esta operación nació una sublínea en EE.UU., menos resistente pero más veloz en distancias cortas. Fue cruzada con caballos cuarto de milla para intentos de aplicación en el ejército norteamericano.
7.3 La URSS como Maestro de Diplomacia Ecuestre
La Unión Soviética también entendió el valor diplomático de la raza. Regaló ejemplares a líderes mundiales:
“Absent”, un semental dorado, fue entregado a la Reina Isabel II en 1960 como símbolo de amistad.
“Pekin”, otro Akhal-Teke, ganó medalla de oro en salto en las Olimpiadas de Roma (1960), hazaña que no fue superada hasta 2008.
9.1 El Colapso Post-Soviético (1991)
Con la caída de la URSS, el caos económico hizo colapsar el programa estatal de cría. De 12,000 ejemplares censados en 1985, se pasó a menos de 850 en 1992. Muchos fueron vendidos a mataderos por hambre o exportados ilegalmente.