Micky y Los Tonys - Buribú (1969)

Micky y Los Tonys comenzaron su andadura en 1961, formando parte del caldo de cultivo primigenio del rock español. Su lider era Micky, al que apodaban "el hombre de goma", por sus epilepticos movimientos en el escenario. De padre diplomático, conoció el rock durante una estancia de tres años en Beirut y Ammán donde, por curioso que resulte, esta nueva música gozaba de un predicamento superior al precario estatus por el que se movía en España.

La primera y más reconocida formación de Micky y Los Tonys la componían Micky, a la voz; Antonio del Corral, guitarra solista; Juan María Fuster al bajo y Fernando Argenta como guitarra rítmico. Este combo madrileño, al igual que Los Estudiantes, se forjaría actuando para los soldados américanos en los clubes de las bases norteaméricanas (Torrejón y Zaragoza) que se habían instalado en nuestro país. El Sargento King, muy celebre por aquel entonces, era el manager de estos locales (MCO Club y Airmen Club) y pagaba a los musicos en especie (hamburguesas y cocacolas), trato que los conjuntos hispanos aceptaban de buen grado porque no había muchas más opciones de tocar rock en el Madrid de los primeros años 60, si exceptuamos las matinales del circo Prince. Además, gracias a estos contactos, conseguían importar con mayor facilidad instrumentos y amplificadores de primeras marcas que, de acceder por los canales comerciales habituales, resultaban prohibitivos, tanto por su alto precio como por su escasa disponibilidad, debido a una oferta y demanda ineficientes dentro de una economía, la española, que seguía arrastrando deficiencias adquiridas del autarquismo de los años 40 y 50.

Desde su debut discográfico en 1963, acumularon una serie de éxitos indispensables en la historia del pop español ("No se puede ser vago"; "El problema de mis pelos"; "Tu seras muy feliz", "No comprendemos porque no somos millonarios"; "Jabón de Azufre", etc.), editados casi todos ellos para Novola, sello también de los emblemáticos Brincos.

"Buribú" fue uno de los últimos temas que grabó este infravalorado conjunto, se lanzó en 1969, a las puertas de su disolución definitiva. Es una estupenda canción, donde se aprecia ese peculiar sentido del humor que solía imprimir Micky a sus composiciones, aunque a decir verdad en algunas ocasiones estas gracias se volvían un poco "tunas".

Para terminar esta breve semblanza, reproduzco a continuación una serie de recuerdos del propio Micky para un artículo de la revista Efe Eme, en su número 27.

"Conviene aclarar definitivamente que no fuímos teloneros de los Kinks, cuando tocaron en la sala Yulia. Se ha dicho tantas veces que incluso yo he llegado a creérmelo, pero la verdad es que sólo fuimos a verlos. Recuerdo que fui con Ricardo Saenz de Heredia, de los Shakers, y otros amigos, con el propósito de abuchearlos y joderles la actuación porque los considerábamos nuestra competencia, y nosotros eramos más chulos que nadie. Pero en cuanto empezaron con "You Really Got Me", el resto del público casi nos mata a nosotros. Me gustaban tanto que incluso llegué a componer un tema "No se puede ser vago", en su honor. Lo escribí haciendo caca, ésta es la verdad, en el hotel Colón de Barcelona, mientras escuchaba `Sunny Afternoon´."

"No terminábamos de funcionar como Los Brincos o los Pekenikes, que vendían un huevo. Los Tonys cobrábamos en aquella época ciento diecisiete con cincuenta por noche; tio, eso era una pasta, un dineral, porque la gasolina estaba a siete pelas y el cubata a diez. Pero de repente llegaron Los Brincos y subieron el listón a cien mil, una cantidad inalcanzable. Nosotros sólo llegamos a quince o diecisiete mil y yo me preguntaba si algun día llegaríamos a cobrar los cien papeles, como ellos..."

"Adolfo Marsillach se metía mucho con nosotros, decía que los yeyés eramos unos pijos, que tenían que quemarnos la casa...Yo era un inconsciente, siempre lo fuí; tenía una moto y la llamaba La Pasionaria, porque me hacía gracía, pero no tenía ni puta idea de quien era Dolores Ibarruri ni de los problemas que podía haberme traído el nombre de mi moto. De todas formas, nunca tuve que vérmelas con los grises, supongo que estaba protegido por ser hijo de diplomático"

"Ahora suelo escuchar a Tom Waits, que es un tipo rarísimo, y también Albert Plá, y Lluis Llach, de siempre"

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