ORACIÓN DE SANIDAD Y FÉ PROFUNDA / ALELUYA

📖 Oración de Sanidad y Fe Profunda — Canal Aleluya
Señor eterno, fuente de vida, de poder y de amor infinito, hoy venimos delante de Ti con corazones abiertos, con almas sedientas de Tu presencia y Tu sanidad. Tú que desde el principio creaste con palabra y soplo todo lo que existe, hoy confiamos que ese mismo poder está disponible para restaurar, sanar y renovar todo lo que está quebrado. Tu palabra dice en Éxodo 15:26: “Yo soy Jehová tu sanador”, y nosotros lo creemos. Lo creemos con todo nuestro corazón, aunque la mente nos quiera hacer dudar y las circunstancias nos griten lo contrario.Padre, en esta hora te pido que extiendas tu mano poderosa sobre cada persona que escucha esta oración. Que los cuerpos cansados sean fortalecidos, que las mentes turbadas reciban paz, que los corazones heridos encuentren consuelo en ti. Tú conoces cada dolor, cada diagnóstico, cada noche de lágrimas, cada oración hecha en secreto... nada escapa de tu mirada compasiva. Tu palabra en Salmos 147:3 nos recuerda: “Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas”. Señor, ven y haz eso hoy. Sana. Restaura. Toca. Declaro, en el nombre de Jesús, que hay sanidad fluyendo ahora. Que las cadenas del dolor están siendo rotas, que la depresión pierde fuerza, que los huesos se alinean, que las emociones encuentran paz. Porque tu Hijo vino a darnos vida y vida en abundancia (Juan 10:10), y no creemos que el sufrimiento sea tu última palabra. Tu voluntad es buena, agradable y perfecta. Y aunque no entendamos todo lo que vivimos, confiamos en Ti, el que nunca falla.
Señor, tú dijiste en Isaías 41:10: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Oh Padre, necesitamos ese sustento. Queremos sentirte cerca, saber que no estamos solos. Hoy oramos también por los médicos, por los tratamientos, por cada proceso de recuperación. Tú puedes obrar a través de ellos, pero también puedes hacer milagros inmediatos. Así que con fe, te pedimos ambas cosas: milagros y dirección.
Y si tú que estás escuchando esta oración sientes que tu fe ha sido sacudida, que tus fuerzas están débiles, que ya no sabes si Dios te escucha... yo te digo: ¡no te rindas! Dios aún tiene planes contigo, y este momento puede ser el inicio de algo nuevo. La fe se afianza en medio de la tormenta, y el milagro muchas veces llega cuando menos lo esperamos. Así que levántate, clama, confía, declara con tus labios: “¡Mi Dios me sanará!”
Si esta oración ha resonado contigo, si ha tocado alguna fibra de tu alma, te invito a formar parte de este espacio de fe y esperanza. Suscríbete al canal Aleluya, donde proclamamos la verdad del Reino, y cada palabra tiene propósito, consuelo y vida. Dale ‘me gusta’, comparte esta oración, y únete a esta familia espiritual.
Y antes de terminar, quiero dejarte con una pregunta que puede cambiar tu vida: ¿Qué parte de tu corazón necesita hoy ser sanada? Puede ser tu cuerpo, tus emociones, tus relaciones, tu espíritu. Escribe en los comentarios, quiero conocerte y orar específicamente por ti. Aquí en Aleluya, no estás solo. Hay poder en la oración, y aún hay esperanza para ti. Así que cierro esta oración declarando lo que dice Filipenses 4:7: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Y que así sea, hoy y siempre. Amén.