España pierde competitividad energética mientras las súper potencias avanzan en energías renovables

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España tiene la oportunidad de liderar energéticamente Europa, pero la falta de infraestructuras de almacenamiento energético y los bloqueos administrativos están frenando su competitividad industrial. Así lo han destacado los expertos reunidos en La Gran Tertulia de la Economía de Capital Radio, donde han analizado los principales desafíos económicos del país.

El problema del almacenamiento energético

Manuel Moreu, expresidente del Instituto de Ingeniería de España, ha puesto el foco en una de las principales debilidades del sistema energético español: "Tenemos proyectos de bombeo parados, y hay que ponerlos en marcha cuanto antes, y muchísimos más de los que están parados. Seríamos un país que tendríamos una energía eléctrica competitiva a nivel europeo y exportadora", afirma con contundencia.

Según explica Moreu, el principal obstáculo no es la falta de capacidad de generación, sino de almacenamiento: "Tenemos que ser capaces de tener la energía más barata de Europa, y la podemos tener. Para eso necesitamos poner mucho más eólica y solar, pero muchísimo más bombeo. Si no hay bombeo, no se puede almacenar lo que sobra, y por lo tanto no sirve de nada".

La hibridación como solución parcial

Durante el debate se ha destacado que actualmente "se está avanzando en hibridación de parques renovables; esto significa que los propios parques renovables serán los que instalen estas baterías y los que sean capaces de distribuir esa electricidad en las horas en las cuales no está disponible".
Este modelo resulta especialmente válido para la generación, mientras que "para la demanda, quizá de momento los números no salen por el coste de la batería, pero desde luego es un modelo que irá avanzando y se irá implementando progresivamente".

El debate nuclear: ¿necesidad o prescindible?

Otro de los puntos calientes abordados fue el papel de la energía nuclear en el mix energético español. Los expertos consideran que esta fuente energética es vital por tres razones fundamentales.

"La energía nuclear es una necesidad país por tres razones: la primera es por seguridad de suministro; prescindir de una energía que funciona 24 horas al día durante siete días a la semana, durante más de 8.000 horas al año, es algo beneficioso. En segundo lugar, porque abarata el precio del mercado, beneficiando a todos los consumidores. Y en tercer lugar, porque evita que aumentemos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero", se explicó durante el debate.

El modelo alemán en crisis

Antonio Sanabria, doctor en Economía y profesor de la UCM, ha analizado el deterioro del modelo económico alemán: "El problema que se ha encontrado Alemania es que ahora tiene un rival de peso, nada menos que China, que le ha ido ganando terreno cada vez más. China se ha convertido también en exportador neto de bienes de capital con respecto a Alemania, lo cual es una novedad en la estructura económica alemana".

Según Sanabria, el principal problema alemán deriva de la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania: "El secreto energético de Alemania era haber vendido su alma a Rusia. Cuando llega la invasión rusa a Ucrania y se producen las sanciones, Alemania deja de tener ese suministro barato y sus costes energéticos se encarecen".

Problemas estructurales de la economía española

Guillermo de Haro, vicedecano de IE University, ha señalado que España se enfrenta a desafíos similares pero con sus propias particularidades: "España es un país de pymes. Tres millones de empresas en España son empresas de diez o menos empleados. Cuando te planteas en Alemania la famosa Mittelstand, estas empresas de tamaño mediano que están internacionalizadas, que son ese soporte tan grande, es una estructura distinta".

Sanabria ha completado este análisis: "El tejido industrial o empresarial español tiene un problema que es sobre todo el tamaño. Muchas veces son micropymes. Dentro de esas empresas de 1 a 9 trabajadores, muchas de ellas no son de 9, se acercan más a 1 o a ninguno, es decir, que es el propio empresario quien es su propio trabajador".

Para concluir, los expertos coinciden en que España debe actuar con urgencia en tres frentes: reducir el absentismo laboral, mejorar la formación y, sobre todo, desarrollar un sistema energético más competitivo que permita a las empresas españolas competir en igualdad de condiciones con los gigantes internacionales.