Eduardo Anguita - 09/09/2005

Entrevista de elaboración propia
Pertenece al proyecto UBACyT "Veinte años de democracia en la Argentina"
Fecha: 09/09/2005
Entrevistado: Eduardo Anguita; ex militante del ERP, por lo que estuvo preso entre 1973 y 1984. Se licenció en Comunicación en la Universidad de Buenos Aires, es docente universitario y periodista en diversos medios gráficos, radiales, televisivos y de Internet. Publicó junto a Martín Caparrós la saga de tres tomos de La Voluntad - Una historia de la militancia revolucionaria en la Argentina, entre 1997 y 1998.
Descriptores: ERP, guerrilla, el Proceso (1976-1983), deuda externa, Campaña Anti-Argentina

Frases clave:
2': "En `73 había un importante componente de clase media. En mayo del `73 (...) Santucho reubica a muchísimos militantes obreros en puestos de responsabilidad política o distintas áreas de la organización, y manda o sugiere a muchísimos militantes de orígen de clase media a hacer lo que entonces se llamaba proletarización (...) Se incorporaron muchísimo nuevos militantes obreros.Entonces, había una creciente composición de gente de orígen obrero industrial..."
8': "La aparición de las tres A era como la cristalización de que el enemigo al cual se denunciaba estaba. (...) Por un lado, era un gran problema y por otro lado, era la confirmación de que la línea que uno tenía era la correcta."
10': " La triple A estaba muy vinculada con la derecha vandorista. (...) Por estar organizada directamente por la Policía Federal y el ministerio de Bienestar Social (...) por un lado, planteaba un desafío más grande, pero en las fábricas había esta tradición (...) no desertaban. (...) Si uno tuviera que hacer un estudio y decir: ante el crecimiento e intensidad de la represión, el crecimiento de la deserción fue parejo, te diría NO. Esto fue un gran engaño. (...) Llegado el momento se quebró, no lo quebraron las tres A"
48': "Las visitas de estas organizaciones eran completamente formales, ellos tenían que dejar registrado que visitaban y no hubo ningún contacto; los contactos los hacían nuestros familiares (...) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos llegó a la cárcel de Rawson, paseó por el patio (...) ese día en vez de darte mate cocido, te daban cascarilla (...) después llamaron a Jorge Taiana que era el delegado y pudo expresar verbalmente un petitorio, cinco minutos y delante del Ministro de Justicia de la dictadura o de los penitenciarios...y las visitas de la Cruz Roja eran una vergüenza, vergüenza con mayúscula, llegaban, te entrevistaban, te preguntaban si comías, te preguntaban tres cosas y ...también entrevistaban a unos poquitos, no te daban la posibilidad ni siquiera de dejar registro, de que dijeras otra cosa distinta. Como Amnesty no estaba de acuerdo con la modalidad de la Cruz Roja porque era certificar la política de la dictadura, a Amnesty no lo dejaban entrar..."