Al descubierto, frustración de opositores por fiesta de la 4T y Miss Universo

La oposición mexicana a veces raya en el ridículo, sin notar siquiera que sus reacciones a la coyuntura que vive el país dejan al descubierto la profunda crisis que enfrenta, pero también, toda la frustración que arrastra.

Dos hechos que en la forma parecieran banales los vuelven a revelar como adversarios básicos, sin capacidad de presentar sus diferencias con un proyecto de nación alternativo al del llamado humanismo mexicano, y mucho menos a presentar información de los problemas profundos del país. Porque claro que no todo está resuelto en México, y hay temas urgentes que se deben resolver, entre ellos el de la inseguridad y la pobreza.

Uno de esos hechos es la fiesta –que todavía ni siquiera ocurre– por los 7 años de la cuarta transformación, a la que convocó la presidenta Claudia Sheinbaum el próximo 6 de diciembre, en el Zócalo de la Ciudad de México. Ese mismo día, simpatizantes a su gobierno han llamado a una mega-movilización para demostrar su respaldo a la administración federal. Y el otro hecho que resulta que les molestó mucho es el triunfo de la joven Fátima Bosch, en el concurso de belleza Miss Universo.

En el primer caso, hasta grabaron videos para decirle a la primera mandataria que si “es neta” que va a celebrar, y que la 4T no tiene nada que celebrar. Bueno, parece que a esta oposición fascista ya se le olvidó que Morena y el presidente López Obrador no sólo ganaron las elecciones de 2018, con 30 millones de votos, siendo un partido muy joven. Sino que, en 2024, la presidenta Sheinbaum ganó con 36 millones de votos, una ventaja de casi 20 millones de votos frente a la panista Xóchitl Gálvez –la candidata no sólo de Claudio X González y la oligarquía, sino también del ecosistema mediático: ¿o ya se les olvidó lo del fenómeno Xóchitl, y que a AMLO le aterraba la señora? Pero no sólo eso, Morena gobierna en 23, de 32 estados–.

Además, tiene mayoría en el Congreso federal y en los congresos estatales, para aprobar reformas constitucionales de gran calado; entre ellas, la que democratizó al Poder Judicial. Es obvio que todo ello es motivo de celebración para la presidenta Sheinbaum y los simpatizantes del movimiento que encabeza.