El NIÑO más joven que luchó en la Primera Guerra Mundial

Durante la primera guerra mundial, hombres de todos los países involucrados en la guerra mintieron sobre su edad real con tal de servir a su nación, algo que no era muy difícil pues los documentos de identidad seguían sin ser del todo comunes, reclutando a miles de adolescentes, pero el caso más extremo fue sin duda el de Sidney Lewis, quien a los 12 años de edad entró en servicio con el ejército británico. Si bien era fácil mentir, los oficiales de reclutamiento se fijaban en aspectos como la estatura y la apariencia para verificar la edad del aspirante, filtros que en el caso de Lewis no fue complicado pasar gracias a que siempre tuvo una apariencia madura y era bastante alto, llegando a medir casi un metro noventa cuando cumplió la mayoría de edad, por lo que a sus 12 años ya superaba el metro con 60, la estatura mínima que exigía el ejército, y también a diferencia de otros niños, Lewis participó en la batalla del Somme y no quiso desertar inmediatamente, así como muy seguramente hubiera seguido en la guerra de no ser porque su madre se enteró y le pidió al ejército que lo trajeran a casa, aunque no impidió que en 1918 Lewis volviera a alistarse con apenas 15 años de edad.