EL SALTO DEL LOBO (PULO DO LOBO) - MÉRTOLA (PORTUGAL)

Desde este espacio virtual queremos desear a todos los amigos del canal un FELÍZ AÑO 2019, y lo queremos hacer con lo que es la esencia de este canal, con imágenes. En este caso las queremos hacer con las de un río muy querido por los onubenses, el río Guadiana.

Es difícil de creer que el largo río Guadiana, siempre tranquilo, en este punto se convierte en un espectáculo de fuerza, ruido y vitalidad, estamos en la cascada de Pulo do Lobo (Salto del Lobo), a unos 17 km al norte de Mértola, distrito de Beja, en el Baixo Alentejo portugués.

Pulo do Lobo es el tramo más explosivo del Guadiana, donde el río hierve entre paredes draconianas, un mar de espuma en un cañón rocoso. De repente el río aprieta de los cerca de 30 metros de ancho a menos de tres, creando una garganta de roca por donde las aguas se precipitan de una altura de 16 metros. Es la famosa cascada del Pulo do Lobo, accidente geológico provocado por una bajada del nivel del mar en el periodo cuaternario, hace 10 mil años, que vio en la estrecha garganta, y en palabras de José Saramago, como el “río hierve entre paredes clarísimas, rugen las aguas, espadan, golpean, refluyen y van royendo, un milímetro por siglo, por milenio, una nada en la eternidad”.

Lo que más atrae de Pulo do Lobo no es el desnivel total de la cascada sino la belleza de las formas creadas en la roca por la fuerza de las aguas, un entorno típico alentejano de montes, pastos y trigales.

Pasado el estrangulamiento, el río da más saltos y continúa su curso, serpenteando a través de un profundo canal de formas caprichosas que la fuerza de sus aguas fue cavando a lo largo de los tiempos. Es la llamada Corredoura, que se extiende casi hasta la villa de Mértola.

En este lugar mágico, el poder del agua se puede ver sobre las rocas. Cuenta la leyenda que la designación del nombre Pulo do Lobo se debe a los estrechos y apretados márgenes, que podían ser transpuestos de un salto por un lobo cuando perseguía su presa. Muchas otras se refieren al tiempo en que las personas de las poblaciones cercanas, para sobrevivir, arriesgaban allí la vida, transportando clandestinamente bolsas de café, azúcar o harina y todo lo demás que se vendiera. Son las historias de las tierras del contrabando, de caminos hechos por barrancos.

Los restos de un puente o acueducto denotan la intervención humana en este lugar tan impresionante.

Nosotros no somos lobos pero tampoco fuimos capaces de saltar... qué cosas.

FELIZ 2019!!!