Isabel Sánchez Noval

Isabel Sánchez Noval nació el 1 de febrero de 1939 en el pueblo de Bielva, perteneciente al ayuntamiento de Herrerías. Su madre, Vicenta Noval, era la tesorera de la iglesia, mientras que su padre, Ceferino Sánchez, fue presidente de la junta vecinal y se dedicaba a atender las fincas y el ganado, tras haber pasado en su juventud una década migrado en Cuba.
Isabel fue la tercera de seis hijos y creció junto a una hermana menor y cuatro hermanos en un hogar donde la cultura era valorada. Sin embargo, la necesidad de trabajo en casa le impidió continuar sus estudios, a pesar de los ánimos de su maestra en la escuela de Bielva. Su educación también estuvo influenciada por “dos padres y dos madres”, ya que convivía con su tía Máxima y su esposo Indalecio.
Durante dos meses en la temporada de invierno, Isabel estudió costura en el Sardinero, en Santander, bajo la supervisión de una modista.
Tras dos años de noviazgo, Isabel contrajo matrimonio con César Gutiérrez Villar, con quien tuvo cinco hijas y dos hijos entre 1960 y 1975, cuatro de los cuales nacieron en casa. La economía familiar se sustentó gracias al trabajo de César como maderista y chófer, y, posteriormente, como navegante en la empresa Naviera de Castilla, donde trabajó durante siete años. Durante este período, Isabel asumió la crianza de cuatro hijos, compaginando el cuidado del hogar con la atención de una tienda-bar situada en los bajos de su casa.
En 1970, con el regreso definitivo de César, la familia inauguró el restaurante Casa César, que se mantuvo en funcionamiento durante 40 años, cerrando sus puertas en septiembre de 2000. Este establecimiento se consolidó como un referente en la gastronomía regional y la colaboración familiar fue fundamental para su éxito. El matrimonio celebró sus bodas de oro tras 50 años juntos y para conmemorarlo realizaron un viaje a Cuba para conocer a familiares lejanos. En 2023, Isabel enviudó.
Actualmente, Isabel reside en su pueblo natal, en la casa que primero fue una taberna y luego la vivienda del médico. Desde hace 75 años, esta casa es el hogar familiar donde Isabel creció y posteriormente estableció sus propios negocios. Hoy, a sus 85 años, sigue habitándola, rodeada de sus hijos, hijas y sus 14 nietos y nietas. En su tiempo libre, Isabel participa en la asociación feminista de Herrerías y en la Asociación Cristo de Bielva, ambas con la participación fundamental de su hija Yolanda. Esta última entidad preserva y da forma jurídica al legado de generaciones de vecinas del pueblo y de su madre, Vicenta Noval.
A sus 85 años, Isabel ha sido testigo de la transformación de Bielva y narra su vida entrelazada con la historia del pueblo. Su relato abarca desde las vivencias con el Zurdo de Bielva y la presencia de indianos como Benito Cortines hasta la vida cotidiana junto a médicos y maestros, las festividades locales y el patrimonio religioso. Entre estos legados, resalta la custodia que su familia ha preservado a lo largo de generaciones.

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