LOS CIEGOS VEN SERIE “LA REVELACIÓN DE JESÚS” PASTOR JAVIER BERTUCCI DOMINGO 01 05 2016

“LOS CIEGOS VEN” SERIE “LA REVELACIÓN DE JESÚS”
Pastor Javier Bertucci (Domingo 01-05-2016)


El Antiguo Testamento no registra ningún milagro relacionado con la sanidad de personas ciegas. Esta es una nueva manifestación; antes no ocurría. Cuando Jesús aparece en escena, cosas nuevas suceden, cambios permanentes y sustanciales. Este cambio suscita nuevas circunstancias. Cuando recibes a Jesús, te das cuenta de los ajustes que tienes que hacer en la vida; empiezas a saber en qué estado vivías para saber el rumbo que debes tomar. Es una capacidad nueva que viene cuando llega Jesús a tu vida. Lo primero que ocurre a los que te rodean es que no entienden lo que está pasando en ti y piensan que te metiste a una religión, pero Jesús no es una religión. Salimos de un sistema que nos estaba destruyendo, para entrar en una nueva vida.

Juan el Bautista fue encarcelado, y en la cárcel entró en duda sobre si Jesús era el Mesías, su revelación inicial se vio empañada porque tenía una expectativa diferente de Jesús. Tal vez esperaba que lo sacara de la cárcel. La principal razón de la deserción de las filas de Jesús es tener una expectativa diferente a lo que debes esperar. Pensó que la revelación que tenía de Jesús era para que Él hiciera lo que Juan quería. No es así, es para que tengas lo necesario para cumplir su propósito y voluntad, no el tuyo. La revelación de Jesús alumbra mi entendimiento para saber cuál es mi herencia. Cuando sé quién soy en Cristo, no puedo contaminar mi servicio con nada de este mundo, ni con intereses egoístas.

Luego les pregunta a sus discípulos lo que ellos pensaban. Pedro respondió correctamente al decir: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Jesús le dice: Bienaventurado, porque no te lo reveló sangre ni carne, sino su Padre que está en los cielos, y le cambia de nombre, de Simón, a Pedro. Este mismo Pedro, poco tiempo después pierde esta perspectiva y cuando Jesús declara que va a morir por toda la humanidad, le reconviene, pero no pensando en la seguridad o bienestar de Jesús, sino en la posible pérdida de estatus que tendría al Jesús morir. En ese momento Jesús le dice a Pedro: ¡Apártate de mí Satanás! Porque no pones la mirada en las cosas de Dios sino en las de los hombres. Así se le puede llamar a todo el que tiene su mirada puesta en las cosas de este mundo. Satanás debe ser mi adversario, y debo recibir aversión por parte de él, pues lo contrario indica que no estoy avanzando en su contra y no estoy haciendo la voluntad de Dios. Ponga su mirada en cosas más altas, póngala en las cosas de Dios.

Necesitamos ver realidades más allá de lo que vivimos, que dependan de nuestra relación con Dios para afectar positivamente con este mensaje todas las cosas. Cuando Jesús llega siempre hay un antes y un después.

¡Así será en nuestra nación! Habrá un antes y un después en Venezuela, cuando toda esta nación le conozca y reciba. El llamado que les hago es movernos a una posición de grandeza, que tiene que ver con una posición que nos hace sobreponernos al sentir común de amontonar, y por el contrario, demos amor para ayudar genuinamente al prójimo. La grandeza de ser cristiano es moverme en los aspectos prácticos de la vida y los valores de Jesús. Jesús es el ejemplo y bienaventurado aquel que no haya tropiezo en Él.