¿Cómo Se Hace La Fanta Naranja? [Proceso En Fábrica]

En algún lugar del mundo, mientras tú lees esto, una enorme fábrica de Coca-Cola está funcionando las 24 horas del día para crear algo que probablemente has bebido más veces de las que puedes recordar: Fanta naranja. Es un proceso fascinante que transforma ingredientes que parecen salidos de un laboratorio de química en esa bebida burbujeante y dulce que conocemos y, seamos honestos, muchos amamos secretamente.

La historia empieza en laboratorios que parecen sacados de una película de ciencia ficción, donde científicos alimentarios con batas blancas y gafas protectoras trabajan para mantener ese sabor único que hace que Fanta sepa a Fanta y no a "refresco genérico con sabor a naranja número 47".


La Búsqueda de los Ingredientes Perfectos
Antes de que puedas decir "tengo sed", camiones enormes llegan a la fábrica cargados con ingredientes que han viajado desde los rincones más exóticos del planeta. Los concentrados de naranja llegan desde Brasil, Florida y España, lugares donde las naranjas crecen tan felices que prácticamente saltan de los árboles.
Estos concentrados han pasado por un proceso llamado evaporación al vacío, que básicamente significa que les han quitado el agua sin cocinarlos demasiado. Es como hacer una sopa súper concentrada, pero con naranjas. Se almacenan en tanques gigantes de acero inoxidable que parecen naves espaciales, mantenidos a la temperatura perfecta para que no se pongan de mal humor.
También llegan los edulcorantes: jarabe de maíz que es tan dulce que podría hacer que un dentista llore, azúcar refinada más blanca que un diente en un comercial de pasta dental, y edulcorantes artificiales con nombres que suenan como elementos de la tabla periódica. El ácido cítrico hace su aparición estelar, siendo el responsable de ese toque ácido que hace que no te den ganas de dormir después de beber Fanta.
Los saborizantes llegan en contenedores que parecen maletas diplomáticas, y con razón. Estos pequeños frascos contienen líquidos mágicos con nombres como aldehídos, ésteres y terpenos, que básicamente son las "notas musicales" que componen la sinfonía de sabor que es Fanta. Sin ellos, estarías bebiendo agua azucarada con color naranja, y eso sería triste.

El Agua: La Estrella Silenciosa
Aquí viene la parte que mucha gente no sabe: el 90% de tu Fanta es agua. Pero no cualquier agua, sino agua que ha pasado por muchos tratamientos.
El agua del grifo llega a la fábrica pensando que ya está lista, pero ¡sorpresa! Tiene que pasar por lo que básicamente es un spa de lujo. Primero va a los filtros de arena y carbón, que son como un facial profundo que elimina el cloro y todo lo que no debería estar ahí. Luego viene la ósmosis inversa, un proceso tan sofisticado que suena como algo que harían en Star Trek.
Esta máquina usa membranas más selectivas, dejando pasar solo las moléculas de agua y rechazando todo lo demás. El resultado es agua tan pura que prácticamente brilla. Se guarda en tanques que parecen sacados de una estación espacial, con aire filtrado que entra a presión para que ningún microbio travieso se cuele.

La Magia de los Jarabes
Tanques enormes que podrían bañar a una ballena se llenan con