Recuerdo (canción de Luis García)

Hildebrand (filósofo alemán) expuso que al dormirnos desaparece todo nuestro ser con todas sus formas de existencia. Pero los recuerdos están vigentes pues no pertenencen a la realidad aunque son utilizados en ella y también en el mundo onírico. Ya lo analizó Freud en su obra La interpretación de los sueños.

Los recuerdos son como peldaños de una escalera improvisada, como piezas de un rompecabezas que combinan de infinitas formas. Son un faro en la oscuridad, el inicio de todas nuestras cosas. Pero... ¿y el inicio absoluto? Imaginemos nuestra propia existencia. ¿Qué hay detrás? Somos también fruto de recuerdos contenidos en el ADN.

Pensar en el inicio absoluto debe ser como pensar en el fin y en su olvido. Quizá no exista el fin y, por ende, tampoco el principio absoluto. Ambos conceptos parecen estar ligados, como el antes y el después, como la noche y el día. Esa es nuestra percepción lo cual tampoco dice gran cosa.

Volviendo al mundo terrenal, a nuestro humilde pensamiento, podemos sentir el flujo del tiempo gracias a la memoria, al recuerdo y, dicho sea de paso, al movimiento y sus energías.

RECUERDO

No hay noche sin su día tras la alborada
ni tiempo congelado por las palabras.
El rostro del presente no está presente
se mira en el espejo del futuro.

Pierde conmigo el taxi abandonado
que no pedimos, que no esperamos
para llegar a otra ciudad cualquiera
a otro lugar desesperado.

Recuerdo una montaña y hormigas pequeñitas
un cielo inesperado.
También recuerdo tus labios rojos
y un vaso de cerveza, la tarde desarmada
un poco de belleza pintada en la mirada
un poco de certeza en la mesa olvidada.

No hay pena sin su rumba despiadada
silencios tiritando en la mañana.
El mundo acaba cuando se termina
el ruido de los últimos temblores.

(Luis García)

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