Tributos

Siempre he creído que la música es un espejo del alma… y este álbum nace de la necesidad de mirarme en los espejos de quienes más admiro.
Tributos es un viaje muy personal. No es solo cantar canciones de otros… es acercarme a esos grandes maestros que, sin saberlo, han acompañado mi vida, mis noches de creación, mis alegrías y también mis silencios.

Cuando interpreto una canción de Armando Manzanero, me siento hablando el idioma del amor más puro. Al cantar a Roberto Cantoral, descubro la fuerza de un sentimiento que trasciende el tiempo.

Con Joan Manuel Serrat vuelvo a la poesía que me enseñó a observar la vida con ojos de niño y de soñador. Y con Roberto Carlos, me reencuentro con esa ternura que hace de lo simple, algo inmenso.

Rendir tributo a Martín Urieta es darle voz al corazón mexicano que tanto respeto y admiro. Cantar a Luis Demetrio es dejarme llevar por melodías que me recuerdan que la música nunca muere, solo se transforma. Interpretar una canción de Manuel Alejandro ha sido un sueño que he acariciado desde hace mucho tiempo.

También quise tender un puente hacia el mundo… porque Paul McCartney, John Lennon y Elton John son parte de la banda sonora de nuestra vida, maestros que me inspiran a seguir creando sin miedo, con libertad y con pasión.

Este álbum no es un ejercicio de nostalgia… es un acto de gratitud. Un agradecimiento profundo a esos compositores que me mostraron el camino, y que hoy quiero honrar con mi voz.
Ojalá que al escuchar Tributos sientan lo mismo que yo sentí al grabarlo: que la música es un regalo inmenso, un abrazo que nunca termina.”