Visita del gerente(e) Javier Pava a las viviendas de Torres de Alamadina en Jamundí, Valle del Cauca

Tatiana Cuero (Beneficiaria): Venga le muestro mi cocina. Pues, esta es mi humilde cocina. Un día de estos podré remodelarla y esas cosas.

Narrador: Tatiana Cuero de 25 años, desplazada por la violencia en 2013, vive hoy los días más felices de su existencia. Hace solo 8 meses, ella y su familia estrenan una de las 500 viviendas que ha entregado el Fondo Adaptación en el marco del megaproyecto Jarillón de Cali, en el conjunto Torres de Alamadina en Jamundí, Valle del Cauca. De este proyecto faltan 200 viviendas más. Y es que Tatiana tiene razones suficientes para estar feliz; sus hijas Valery y Bastia de 4 y 6 años ya no sufrirán más por las condiciones en las que vivían a orillas del río Cauca.

Tatiana Cuero (Beneficiaria): Mi única preocupación era por lo que el polvo les hacía daño, entonces le daba grupa a cada rato. Ellas sufren de asma, entonces eso me les hacía mucho daño y tenía que estar pendiente por lo que el polvo me las enfermaba.

Narrador: Su apartamento de 45 metros cuadrados es infinitamente mejor que la vieja casa de cartón y barro donde habitaban. Es una ciudadela de 35 torres, 142 apartamentos y salón social donde el Fondo Adaptación ha invertido 38.280 millones. Tatiana, Valery, Bastia y Alberto, ahora cuentan con sala comedor, sala de oficios, baño, dos alcobas, estudios y espacio para un baño adicional en la alcoba principal.

Tatiana Cuero (Beneficiaria): Fue muy lindo la experiencia y decir: ‘Ay tengo mi apartamento’, algo mío. Me acuesto a dormir en paz, con tranquilidad, nadie me molesta, es una sensación muy bonita para mí.

Narrador: Para la familia Ortiz Cuero todavía faltan muchas cosas para lograr, pero hay esperanza, amor y unión entre ellos. Valery y Bastia se divierten con tranquilidad.

Tatiana Cuero (Beneficiaria): Esto ahora es mío. Yo soy la que veo si estoy aquí, si no, cómo lo arreglo, si me levanto si no me levanto, esto ahora es mi propiedad y eso es un alivio, una tranquilidad enorme que me gustaría que todas las personas la tuvieran.

Narrador: De repente tocaron la puerta del apartamento 104, Tatiana abrió y se encontró con el ingeniero Javier Pava, gerente del Fondo Adaptación. Javier Pava pasó a supervisar las obras del megaproyecto y el nivel de satisfacción de las familias.

Javier Pava (Gerente del Fondo Adaptación): ¿Qué tal esta casa?

Tatiana Cuero (Beneficiaria): Muy bien

Javier Pava (Gerente del Fondo Adaptación): ¿Cambió todas las condiciones de su vida? ¿Fue para mejor o peor?

Tatiana Cuero (Beneficiaria): Para mejor, porque me siento más cómoda, es mi casa y por lo que a las niñas me les hacía daño el polvo, ya no.

Narrador: El gerente del Fondo Adaptación recorrió con sus colaboradores y asociados las calles y las viviendas que aún faltan y sacó conclusiones.

Javier Pava (Gerente del Fondo Adaptación): Hay unos proyectos de unas viviendas que están dentro del estándar que se plantea para vivienda de interés prioritario (VIP). Uno esperaría que fuera más amplio el espacio, tuviera mejores condiciones, pero estamos dentro de esa limitación y lo que buscaríamos hacia adelante es que esa experiencia del reasentamiento, que tiene muchas complejidades y bastantes complejidades, podamos aprender de los errores y de los aciertos para hacer un proceso mejor.

Narrador: El proyecto más ambicioso para reasentar a las familias del jarillón del río Cali está cerca de terminar, con un total de 3.800 viviendas que sin duda están mejorando las condiciones de vida de miles de colombianos como la familia Ortíz Cuero.

Niña: ¡Amamos nuestra casa!