Kaoshipnótico / Refugio para los descontentos con la cultura moderna.
Автор: Ultimopaso
Загружено: 2021-03-22
Просмотров: 182
https://archive.org/search.php?query=...
Música Kaoshipnótico.
Imágenes del corto Atman de Toshio Matsumoto.
Texo, fragmento de La otra parte de Alfred Kubin.
El visitante era —hasta donde pude distinguir en la penumbra— un hombre de aspecto anodino que se presentó precipitadamente:
—Franz Gautsch. Por favor, ¿podría hablar media hora con usted?
Dije que sí, le ofrecí una silla y ordené que trajeran luz y un poco de té.
—¿En qué puedo serle útil?
Mi indiferencia inicial se fue transformando en curiosidad primero, y luego en asombro, cuando el desconocido empezó a contar a grandes rasgos lo que sigue:
—Vengo a hacerle varias propuestas. No le estoy hablando en mi nombre, sino en el de un hombre a quien usted tal vez hay a olvidado, pero que aún le recuerda perfectamente. Este hombre se halla en posesión de riquezas cuya cuantía supera todo lo que un europeo pueda imaginar. Me estoy refiriendo a Claus Patera, su excompañero de escuela. ¡Le ruego que no me interrumpa!
Gracias a una extrañísima casualidad, Patera llegó a tener en sus manos acaso la fortuna más grande del mundo. Su viejo amigo se consagró entonces a la realización de un proyecto que, de algún modo, supone la existencia de recursos materiales prácticamente inagotables. ¡Había decidido fundar un Reino de los sueños!... El asunto es complicado, pero trataré de ser breve.
—Como primera medida adquirió un lugar adecuado de tres mil kilómetros cuadrados. Una tercera parte de esta zona está constituida por terrenos muy montañosos, el resto comprende una llanura y una región cubierta de colinas. Grandes bosques, un lago y un río dividen y animan este pequeño Reino. Luego fundó una ciudad y, haciendo frente a una necesidad inmediata, se establecieron también aldeas y alquerías, pues la población inicial se elevaba y a a las doce mil almas. Hoy, el Reino de los sueños cuenta con sesenta y cinco mil habitantes.
El extraño señor hizo una breve pausa y bebió un sorbo de té. Yo permanecí en completa calma y sólo atiné a decir, bastante perplejo:
—¡Prosiga!
Y me enteré de lo siguiente:
—Patera siente una profunda aversión contra todo lo que, en general, guarde relación con cualquier forma de progreso. Repito, contra todo lo que guarde relación con cualquier forma de progreso, especialmente en el campo científico.
Le ruego que interprete mis palabras lo más literalmente posible, pues en ellas está resumido el propósito fundamental del Reino de los sueños. Éste se halla separado del mundo exterior por un muro de circunvalación y está protegido contra cualquier ataque por sólidos baluartes. Hay una sola puerta, que sirve de entrada y salida al mismo tiempo y permite un estricto control sobre el movimiento de personas y mercancías. En el Reino de los sueños, refugio para los descontentos con la cultura moderna, se ha previsto todo lo necesario para satisfacer cualquier tipo de necesidades corporales. Sin embargo, nada es más ajeno al Amo de aquel país que la idea de forjar una Utopía o una especie de Estado del futuro. Si bien la penuria material ha sido, dicho sea de paso, erradicada de él, los nobles y elevados objetivos de aquella comunidad no apuntan en modo alguno a la conservación de los valores materiales de la masa de pobladores o del individuo aislado. ¡No, en absoluto!... Pero ya veo su sonrisa de incredulidad y, en efecto, le aseguro que me resulta casi imposible explicar en pocas palabras lo que Patera intenta hacer realmente con el Reino de los sueños.
—En primer término, debo precisar que toda persona que encuentra acogida entre nosotros está, sea por nacimiento o por algún golpe de fortuna ulterior, predestinada para ello. Como es sabido, una extrema agudeza en los órganos sensoriales permite a sus poseedores captar ciertas relaciones del mundo individual que, salvo en momentos aislados, no existen para el hombre común. Y fíjese usted: son precisamente esas cosas que podemos llamar inexistentes, las que constituyen la quintaesencia de nuestras aspiraciones. El insondable fundamento del Universo es, en su sentido último y más profundo, algo en que los soñadores —que así se autodenominan— no dejan de pensar un solo instante. La vida normal y el mundo onírico son tal vez conceptos antitéticos, y es
precisamente esta diferencia lo que hace tan difícil un acuerdo entre ambos.
Ante la pregunta: ¿qué sucede realmente en el Reino de los sueños?, ¿cómo vive allí la gente?, me vería obligado, sin más, a guardar silencio...
Доступные форматы для скачивания:
Скачать видео mp4
-
Информация по загрузке: