Mientras criticaba a Bukele, cometía delitos y terminó muy mal

Bob Menéndez, exsenador demócrata por Nueva Jersey y ex presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, comenzó hace 2 días a cumplir su condena de 11 años en la prisión federal de Schuylkill, Pensilvania, tras ser hallado culpable de 16 cargos criminales, incluyendo soborno, extorsión, obstrucción a la justicia y actuar como agente no declarado de gobiernos extranjeros (Egipto y Catar)

La pena fue impuesta tras un juicio en julio de 2024, en el cual se descubrió que Menéndez había aceptado pago en efectivo, lingotes de oro (aproximadamente 13 barras) y hasta un automóvil de lujo, a cambio de influir en proyectos de ley y decisiones de política exterior, incluyendo la aprobación de ayuda militar a Egipto

El exsenador, de 71 años, había solicitado indulgencia citando su trayectoria pública y problemas de salud en su familia, pero el juez Sidney Stein rechazó estos argumentos, reprochándole su "codicia y arrogancia"

A pesar de iniciar su condena, Menéndez mantiene recursos legales en curso y una apelación para revertir su fallo, argumentando errores durante el juicio, incluida la exposición indebida de pruebas al jurado. También cuenta con el apoyo de un juez de apelaciones para solicitar libertad bajo fianza durante el proceso

Su esposa, Nadine Menéndez, también condenada en abril pasado, espera sentencia en septiembre

Durante su carrera, Menéndez se destacó por ser crítico de diversos líderes, incluyendo al presidente centroamericano Nayib Bukele. Resulta irónico que, en momentos en que él criticaba a Bukele por supuestas fallas democráticas, simultáneamente estaba implicado en actos ilícitos. Esto representa un fuerte contraste entre su discurso ético y sus actos en la práctica—lo que ha provocado debates sobre la hipocresía política y la doble moral en figuras públicas.

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