El familiar para todo y para todos eléctrico de Renault tiene un nombre conocido: Scenic S13-E48

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Renault ha cambiado el formato de carrocería de la mítica Scenic, pero no su objetivo principal... Y ¿cuál era su objetivo principal? Ser el coche de la familia media europea, esto es, versátil, suficientemente amplio, económico de hacer rodar y válido para moverse por ciudad pero también para salir de vacaciones.

La nueva o el nuevo Scenic mantiene ese enfoque familiar aunque el rechazo consabido al formato monovolumen en lo visual le han llevado a incorporar en su diseño una carrocería de dos cuerpos que tiene mucho que ver con un compacto con gigantismo. Gigantismo obligado, de otra parte, para dar espacio a las voluminosas baterías que se esconden en sus bajos.

El planteamiento es el de un Megane más grande y con piernas más largas que sirva para todo como coche único. Una ambición que, en cierto modo, cubre el uso típico que tiene el Austral de combustión también.

Un producto redondo con un precio competitivo cuyos problemas tienen que ver, si acaso, con la eficiencia energética en autovía y con algunos detalles puntuales a pulir que recorremos en el vídeo.

Un producto, a la postre, muy bien ejecutado que, si el mercado europeo acaba abrazando los eléctricos, debería darle una ventaja competitiva a Renault "por llegar antes" con él. Pero, ¿encontrará demanda? ¿o habrá nacido demasiado pronto?