HOMILIA DEL DÍA. DOMINGO 14 DE JULIO DE 2024. 07:30 PM

Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
Hoy, el Evangelio nos presenta un pasaje significativo y poderoso de la vida de Jesús y su misión en la tierra. Según San Marcos, capítulo 6, versículos del 7 al 13, vemos a Jesús enviando a los doce apóstoles en una misión muy especial. Este acto no solo es un evento histórico, sino también una enseñanza profunda para nosotros como discípulos de Cristo.
En el versículo 7, Jesús llama a los Doce y los envía de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus impuros. Esta acción nos muestra varias cosas importantes. Primero, el hecho de enviar a los apóstoles de dos en dos resalta la importancia de la comunidad y del apoyo mutuo en la misión cristiana. No estamos llamados a caminar solos; nuestra fe se fortalece y se enriquece en la compañía y el servicio a los demás.
Además, Jesús les da autoridad sobre los espíritus impuros. Esto nos recuerda que, en nuestro caminar con Cristo, no dependemos únicamente de nuestras fuerzas. Es el poder de Dios, trabajando en y a través de nosotros, lo que puede vencer el mal y traer liberación y sanación. En nuestra vida diaria, enfrentamos desafíos y tentaciones, pero debemos recordar que Cristo nos ha dado su Espíritu para que podamos ser victoriosos.
El versículo 10 nos dice que Jesús les instruye a quedarse en la misma casa hasta que salgan de aquel lugar. Esto subraya la importancia de la hospitalidad y la relación profunda con aquellos a quienes servimos. El ministerio no se trata solo de pasar rápidamente, sino de establecer relaciones significativas y ser una presencia constante de amor y apoyo.
Esta es una llamada clara a todos nosotros: estamos llamados a ser portadores de la buena nueva, a trabajar por la liberación y sanación de los demás. Nuestra misión es llevar el amor y la misericordia de Dios a todos los rincones de nuestro mundo.
Amén.