Caruso (Lucio Dalla) - piano solo

Caruso: Una Historia de Amor y Melancolía

Lucio Dalla, el talentoso cantautor italiano, compuso una canción que trasciende el tiempo, rindiendo homenaje a Enrico Caruso, el tenor más célebre de la historia de la ópera. Dalla quedó cautivado por la belleza de Sorrento, donde el destino lo llevó a hospedarse en el Grand Hotel Excelsior Vittoria, un lujoso lugar que había sido el refugio de Caruso en sus últimos días. Allí, rodeado de los ecos de su legado —sus libros, sus fotografías y su piano— Dalla sintió la necesidad de contar una historia que trascendiera la vida misma.

La narrativa comienza con un encuentro en el puerto, donde un hombre llamado Angelo, dueño de un bar, le susurra a Dalla la conmovedora historia de Caruso. El tenor, aquejado de pleuritis y consciente de que sus días estaban contados, mantenía su espíritu indomable. A pesar de su enfermedad, seguía impartiendo lecciones de canto a una joven que había robado su corazón.

Una calurosa noche, Caruso decidió que no dejaría que su sufrimiento lo detuviera. Bajo el manto estrellado, hizo traer su piano a la terraza que daba al puerto. Con su voz potente y llena de emoción, comenzó a cantar, ofreciendo a la joven una apasionada declaración de amor y sufrimiento. Sus notas flotaban en el aire, atrayendo a los pescadores, que, atraídos por la belleza de su canto, regresaron a la orilla, anclando sus barcas bajo la terraza.

Las luces de las embarcaciones en el agua brillaban como estrellas en el cielo nocturno, mientras Caruso se sumergía en la profundidad de los ojos de su amada, buscando un futuro que ya no existía. Esa noche, la pasión y la tristeza se entrelazaron en una danza melancólica, un último canto que resonaría para siempre.

Sin embargo, el tiempo no fue compasivo. Dos días después, el 2 de agosto de 1921, Caruso dejó este mundo en Nápoles. La canción de Dalla captura el drama de esa última noche, entre luces y sombras, vida y muerte. Narra el testamento de amor de un hombre enfermo que, en sus últimos momentos, buscó consuelo en la mirada de la joven que lo inspiraba.

Así, la historia de Caruso se convierte en un relato atemporal de amor, melancolía y la eterna búsqueda de la belleza, resonando en cada nota y en cada latido de un corazón que nunca dejó de cantar.

Grabada en piano de media cola ‪@Bechstein‬ , gracias a mis amigos Lucas y Matías de ‪@weerecords5592‬ por la grabación y la producción audiovisual.

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