Atenas 🇬🇷 La CIudad MAS ASOMBROSA

Mi viaje a Atenas en diciembre fue una combinación perfecta entre historia milenaria y el ambiente acogedor del invierno mediterráneo. La ciudad, menos concurrida que en otras épocas, me permitió recorrer sus calles con calma y disfrutar de cada detalle.

Subir a la Acrópolis en esta temporada fue una experiencia especial: el aire fresco, el cielo grisáceo y la luz suave hacían que el Partenón se viera aún más majestuoso. Desde lo alto, la vista sobre los tejados de Atenas parecía sacada de una postal invernal.

En el centro, los barrios de Plaka y Monastiraki estaban adornados con luces festivas, tascas con comida tradicional y cafés cálidos que invitaban a entrar. Probé dulces típicos de la época, como el melomakarono y el kourabiedes, y disfruté del contraste entre la historia antigua y la vida moderna que se siente en cada esquina.

También visité la plaza Syntagma, donde pude ver el solemne homenaje al Soldado Desconocido, custodiado por los evzones con su característico uniforme. La mezcla entre ceremoniosidad, historia y ambiente navideño daba al lugar una atmósfera muy especial. Desde allí tomé el metro de Atenas, práctico y sorprendente por sus pequeños “museos subterráneos”, ya que en varias estaciones se exhiben restos arqueológicos encontrados durante su construcción.

Uno de los momentos más memorables fue subir al Areópago, ese peñasco cargado de simbolismo justo debajo de la Acrópolis. Allí, además de contemplar la vista única, recordé la historia de cuando Pablo habló ante los filósofos atenienses y, viendo un altar dedicado “al Dios desconocido” o “Dios sin nombre”, explicó que ese Dios al que honraban sin conocer era, según su enseñanza, el creador de todo. Estar en ese mismo lugar, donde se mezclaron religión, filosofía y búsqueda espiritual, le dio al viaje una dimensión más profunda.

A pesar de la época invernal, Atenas tenía un ritmo vibrante: mercados navideños, música callejera y una calidez humana inconfundible. Fue un viaje que mezcló el encanto del invierno con la magia eterna de Grecia.