LA SAGA DE LOS GODÓ

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En Igualada, los Godó se iniciaron en la industria textil con la Igualadina Algodonera, pionera en usar vapor. Carlos y Bartolomé Godó Pié heredaron la tradición, se lanzaron al negocio del yute en Bilbao y Oviedo, y regresaron a Barcelona tras la Tercera Guerra Carlista. Allí fundaron Godó Hermanos y Cía junto a Pere Milà, levantando fábricas en Sant Martí de Provençals y en L’Hospitalet. Tras la Guerra Civil, sus industrias se fusionaron en Godó i Trias S.A., convirtiéndose en un referente del sector.

Pero no sólo tejían sacos, también tejían influencias. En 1881 fundaron La Vanguardia para apoyar al partido Liberal. La herencia recayó en Ramón Godó Lallana, que modernizó el diario hasta hacerlo grande e independiente, inspirado en The Times. Fue diputado, amigo de Alfonso XIII y en 1916 obtuvo el título de conde de Godó. Casado con Rosa Valls, tuvo nueve hijos y navegó entre dramas familiares y éxitos editoriales. Su yate, el Rosa VV, acabó destruido en la Guerra Civil.

Su hijo Carlos Godó Valls, segundo conde, estudió ingeniería y se casó dos veces. Con Montserrat Muntañola tuvo cinco hijos, entre ellos Javier Godó Muntañola, futuro tercer conde y heredero del periódico. La familia sufrió tragedias: la muerte de su hija Montse en el exilio, Enrique atropellado en 1958 y Carlos, el primogénito, fallecido en un accidente aéreo en 1962.

Javier Godó tomó las riendas de La Vanguardia en 1971 y más tarde impulsó el Grupo Godó, constituido en 1998 como holding. Hoy, bajo la dirección de Carlos Godó Valls, el grupo controla La Vanguardia, Mundo Deportivo, revistas, RAC1, RAC105, la desaparecida 8TV y productoras como Veranda TV. En digital lidera con lavanguardia.com y mundodeportivo.com, además de contar con empresas de publicidad y distribución. Más que un periódico, los Godó levantaron una auténtica dinastía mediática.