🎙️ Monómeros Neurotóxicos

▶️ Capítulos Temáticos del Video 👇
00:00 Introducción
01:04 Acrilamida
03:09 Acrilonitrilo
04:26 Disulfuro de carbono
05:51 Estireno / Viniltolueno


La exposición ocupacional a monómeros como la acrilamida, el acrilonitrilo, el disulfuro de carbono, el estireno y el viniltolueno se relaciona con efectos neurotóxicos relevantes que comprometen tanto el sistema nervioso central como el periférico.

Aunque estos compuestos son ampliamente utilizados en la industria, comparten mecanismos fisiopatológicos comunes, entre los que se incluyen la formación de aductos covalentes, el estrés oxidativo, la disfunción mitocondrial, la inflamación, la alteración del transporte axonal y el deterioro de los sistemas de neurotransmisores.

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En el caso de la acrilamida, esta interfiere en la neurotransmisión al formar aductos con proteínas presinápticas y al unirse a las quinesinas, interfiriendo en el transporte axonal. Además, provoca apoptosis, altera la función mitocondrial e induce estrés oxidativo e inflamación a través del inflamasoma NLRP3, afectando particularmente a los sistemas colinérgico y dopaminérgico (Bin-Jumah et al., 2021; LoPachin & Gavin, 2013; Rajeh, 2024). Como consecuencia, se presentan síntomas como neuropatía periférica, ataxia y debilidad muscular (Pennisi et al., 2013).

El acrilonitrilo, por su parte, forma aductos covalentes con proteínas neuronales, altera el metabolismo mitocondrial y afecta el sistema colinérgico al inhibir la acetilcolinesterasa, lo que conlleva disfunción sináptica y mutagénesis (Mueller et al., 2023; Kopańska et al., 2022). Además, la activación de la vía PERK-eIF2α empeora la pérdida neuronal (Yan et al., 2022).

En cuanto al disulfuro de carbono (CS₂), su neurotoxicidad se manifiesta mediante la reticulación de neurofilamentos, el daño mitocondrial, la acumulación de proteínas como TDP-43 y α-sinucleína, el estrés oxidativo y la excitotoxicidad, contribuyendo a cuadros similares a la esclerosis lateral amiotrófica y al Parkinson (Liu et al., 2023; Graham, 1999).

Los monómeros aromáticos estireno y viniltolueno inducen estrés oxidativo, inflamación glial, disfunción de canales iónicos y apoptosis neuronal, afectando funciones cognitivas, auditivas y aumentando el riesgo de encefalopatía (Paciello et al., 2024; Moujahed et al., 2020; Iversen et al., 2021). En comparación, estos efectos son similares a los provocados por el tolueno, otro disolvente neurotóxico del sistema nervioso central (Shaw et al., 2024).

En conclusión, estos monómeros generan daño neurológico a través de vías fisiopatológicas convergentes, lo cual exige una vigilancia rigurosa en entornos laborales donde estos compuestos están presentes.

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