Cascadas y pozas del río Múrtigas

Tras mes y medio realizando rutas en otras provincias de la geografía andaluza, volvimos a nuestra querida Sierra de Aracena y Picos de Aroche, para disfrutar de una tarde en uno de sus tantos paraísos naturales, el río Múrtigas, en un tramo perteneciente al municipio de La Nava.

Nuestra ruta comenzó desde el puente del Infierno, desde donde descendimos para conectar con la acequia del río Múrtigas, la cual con el paso de los años es cada vez más salvaje al estar repleta de enredaderas y zarzas que nos dificultaron en algún que otro momento su avance.

Una vez que atravesamos el túnel nos salimos para alcanzar por fin el río Múrtigas, el cual subimos un pequeño tramo a contracorriente para llegar a la primera de tantas cascadas de la jornada, la cascada de la Torerera, cuya caída del agua lo hacía con gran fuerza, un factor que no nos detuvo para disfrutar del primer baño de la tarde.

Nos dimos la vuelta de nuevo para seguir río abajo, superando los diferentes obstáculos en forma de piedras, rocas y pequeños saltos de agua, aunque en varias ocasiones nos detuvimos para bañaros en esos jacuzzis que se forman.

Seguidamente topamos con el pequeño puente medieval que atraviesa el propio río. Allí había que hacer otra parada obligatoria, pues nos topamos con una sucesión de cascadas y chorros con pozas que invitaban a un baño, eso sí, algo movidito por la fuerza con la que bajaba el agua.

Proseguimos nuestra ruta acuática por el río hasta que tuvimos salirnos en un pequeño tramo para rodear esos gigantescos riscos donde se forman otro buen puñado de cascadas y pozas que dan lugar al denominado Salto de la Olla, punto donde dimos por concluida nuestra ruta.