HOMILIA DEL DÍA. JUEVES 19 DE SEPTIEMBRE DE 2024. 07:30 PM

Queridos hermanos y hermanas,

Hoy el Evangelio de San Lucas (7, 36-50) nos habla de la infinita misericordia de Jesús. En esta escena, una mujer pecadora se acerca a Él mientras está en casa de un fariseo. Llena de arrepentimiento, lava los pies de Jesús con sus lágrimas y los seca con su cabello. A través de este acto, nos recuerda que el amor y el arrepentimiento sincero son más poderosos que cualquier error que hayamos cometido.

El fariseo, al ver a esta mujer, juzga tanto a ella como a Jesús, pensando que un verdadero profeta no permitiría que una pecadora lo tocara. Pero Jesús, en su inmenso amor, le cuenta una parábola: dos personas tenían deudas; una grande y otra pequeña, pero ambas fueron perdonadas. "¿Quién amará más?" pregunta Jesús. El fariseo responde: "Aquel a quien más se le perdonó". Jesús entonces muestra cómo esta mujer, al recibir el perdón de sus muchos pecados, ha amado con todo su corazón.

El mensaje es claro: no importa cuán grande sea nuestro pecado, el amor de Dios es más grande. Cuando nos acercamos a Él con humildad y arrepentimiento, Él siempre está dispuesto a perdonarnos y abrazarnos. No se trata de la magnitud de nuestros errores, sino de la sinceridad con la que nos volvemos a Él.

Hoy, pidamos al Señor que nos dé un corazón humilde, capaz de reconocer nuestras faltas y de amar con la misma intensidad con la que hemos sido perdonados. Así como Jesús dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado, vete en paz", Él también nos invita a caminar en su perdón y en su paz.

Que la misericordia de Dios nos transforme y nos ayude a ser testigos de su amor.

¡Dios los bendiga!

Su servidor, Pbro. Eusebio Martinez Mendiola.