El Cielo perseguido

EL CIELO PERSEGUIDO

Busca con ardor su cielo, el hombre,
junto al cieno que la tierra le depara.
Inmóvil sobre el lodo que lo cubre,
no sospecha el final de su jornada.

Y sigue en su constante trajinar,
tejiendo una quimera en cada instante.
No imagina que, el cielo que pretende,
dentro de sí, lo lleva como lastre.

No utiliza en su camino la razón,
ni con ella, el cielo que más vale.
Destierra de su mente la ocasión
de ganar a la verdad, su baluarte.

Si pretendes un cielo más valioso,
tendrás que trocarlo por la tierra.
Perderás el miedo al convertir,
la verdad, en tu mayor empresa.

Y en ese estadio, apenas calculado,
Abandona, sin temor, tanta miseria.
Hallarás los lazos que te oprimen
y podrás desatarlos con tu fuerza.

Pero no busques el cielo que resiste,
en espacios que tu mente sueña.
Jamás ganarás con la razón,
cielo diferente, de materia nueva.

Busca, pues, el cielo desde el orden,
añadiendo al esfuerzo, gran paciencia.
Resuelve abandonar, completamente,
la ignorancia que alimenta tu tibieza.

Y el cielo se abrirá sobre tu alma;
franqueada quedará la fortaleza.
Con la fuerza de la humana comprensión,
hallarás nuevos espacios en la tierra.

Pero, el cielo que anhelamos nos confunde;
por la forma de buscar, lo descuidamos.
Si volcamos la conciencia en los placeres,
¿qué otro cielo, merecen nuestros actos?

Autor del poema: Manuel Lamas Sánchez