Don Quijote de la Mancha. Primera Parte. Cap. 31-40 – Miguel de Cervantes (Audiolibro)

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Cap. 31: 00:15
Cap. 32: 20:10
Cap. 33: 34:56
Cap. 34: 01:19:14
Cap. 35: 02:02:12
Cap. 36: 02:21:23
Cap. 37: 02:43:32
Cap. 38: 03:06:31
Cap. 39: 03:16:00
Cap. 40: 03:33:40


«Desocupado lector: sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse.» Desocupados o no, a lo largo de cuatro siglos, son incontables los lectores convencidos de que las palabras de Cervantes al frente de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha expresan un deseo enteramente cumplido. Vale decir: convencidos de que el Quijote es —todavía en términos cervantinos— «el mejor libro del mundo».

— Por mi parte, sólo me atrevería a decir que leyendo a Cervantes me parece comprenderlo todo. ANTONIO MACHADO (1875-1939)

— Nos enseña que la vida es una pregunta sin respuesta, pero que hay que creer en la dignidad e importancia de la pregunta. TENNESSEE WILLIAMS (1914-1983)

— Se puede resumir así el argumento de el Quijote: dos intelectuales se echan al campo para poder hablar tranquilamente de sus cosas. GONZALO TORRENTE BALLESTER (1910-1999)

— Todo está ya en Cervantes. ALEJO CARPENTIER (1904-1980)


La lectura o recitado a un grupo de personas «…contribuyó a la extraordinaria difusión de textos como el Quijote que, teniendo en cuenta el amplio porcentaje de analfabetismo existente en la época, no podría haberse producido mediante la lectura individual y en silencio.» En el propio Quijote se ofrecen algunas muestras. El dueño de una venta cuenta a don Quijote y sus amigos que:

cuando es tiempo de siega, se recogen aquí las fiestas muchos segadores, y siempre hay algunos que saben leer; el cual coge uno destos libros en las manos, y rodeámonos del más de treinta y estámosle escuchando con tanto gusto que nos quita mil canas. A lo menos, de mí se decir que cuando oyó aquellos furibundos y terribles golpes que los caballeros pegan, que me toma gana de hacer otro tanto, y que querría estar oyéndolo noches y días» (Quijote I, 32)

(Santiago Muñoz Machado. “Cervantes”. Ed. Crítica. 2022. p. 325-327)