Que cante "Yahvé"

Bienvenidos al gran show,
luces, brillo… y qué casual,
que en mitad de tanto fuego
haya sitio pa’ cantar.
Dicen:
"No mezclemos nada,
que aquí solo es diversión",
mientras una madre en Gaza
susurra:
"¿dónde está mi hijo hoy?"

Y Europa ajusta el foco,
se hace un poco la que no ve.
“Son normas del concurso,
no podemos ofrecer…”
Ni un minuto de silencio,
ni una nota de verdad,
solo manos que aplauden
para no comprometerse más.

Somos el pueblo elegido,
Nuestra Torá es la Ley.
En Gaza no queda un niño
nuestro Dios es Yahvé.
y en Viena se hace un guiño
a ese que nunca fue su Rey.

España alzó la ceja,
otros tantos dijeron “no”,
que cantar entre ruinas
no les suena a buena voz.
Pero el festival responde
con sonrisa profesional
“Es que aquí no va de vidas,
va de ritmo musical."

Y así sigue el carrusel,
pasan votos, pasa el té.
Hay quien canta en un palacio,
hay quien canta sin poder.
Entre tanto fuegos artificiales
y banderas por doquier,
se nos pierde la pregunta:
¿quién puede oír a quién?

Somos el pueblo elegido,
Nuestra Torá es la Ley.
En Gaza no queda un niño
nuestro Dios es Yahvé.
y en Viena se hace un guiño
a ese que nunca fue su Rey.

Y mientras tanto en Gaza
corre un niño sin saber
que hay un mundo celebrando
que la música es “su ley. "
Y tú miras la pantalla,
y la risa se te cae,
porque el show sigue adelante
aunque el cielo esté al revés.

Somos el pueblo elegido,
nuestro Dios es Yahvé.
Nuestra Torá es nuestra Ley."
Es lo que grita un escenario
que no quiere ver por qué.