EL EXPERIMENTO DE SALOMÓN: Vanidad de vanidades, todo es vanidad | Maribella Nivar

Vanidad de vanidades, todo es vanidad. EL EXPERIMENTO DE SALOMÓN.

¿Cuántos de nosotros a menudo nos preguntamos si tuviera esto o aquello, tan solo si pudiera viajar, tan solo si tuviera una casa, si tan solo tuviera una carrera sería feliz y mis problemas se solucionarían para siempre. Y vivimos meditando en aquello que no hemos logrado o que no tenemos, siendo infelices mientras deseamos lo que nos falta y viviendo con la esperanza de que el día que obtengamos aquello lleguemos a la plenitud. Y alguien dijo una gran verdad: “El hombre si no consigue lo que busca se frustra, y si lo consigue se aburre.” El hombre vive buscando lo que pueda finalmente llenarlo, y cuando lo tiene se aburre y va en busca de más, sin jamás poder saciar su alma. Y de este callejón sin salida y de este aburrimiento de la vida estaba cansado Salomón. De la repetición que hay debajo del sol, de que no hay nada nuevo debajo del, y que el hombre vive en un ciclo de búsqueda de la felicidad sin jamás salir de aquel circulo ni hallar la plenitud en las cosas que hacen parte de la vida debajo del sol.
Los artistas, los magnates y los hombres de posición altas gozan de fama, dinero y de la posibilidad de satisfacer todos sus caprichos y deseos, pero son de los más infelices debajo del sol. Entre sus psiquiatras, psicólogos, divorcios y falta de vida privada, se encuentran en una pantalla de felicidad y un interior vacío y lejos de Dios. Y en verdad la pantalla que ofrecen nos d la impresión de que son felices, y las masas llegan a anhelar aquella vida, sin saber que probablemente la vida que llevan los admiradores es de mayor satisfacción que la de aquellos reconocidos hombres. Y es que mientras más lejos de Dios está el hombre más vacío esta.