CÓMO ENFOCAR LAS EXPECTATIVAS QUE LOS PADRES DEPOSITAN SOBRE SUS HIJOS

En el programa mensual de Proyecto Hombre La Rioja en Radio Rioja, emitido el pasado 4 de junio, se abordó un tema que toca de lleno a muchas familias, especialmente en épocas como la de exámenes finales y PAU: las expectativas que los padres y madres depositan en sus hijos e hijas. Una cuestión tan habitual como compleja, que puede convertirse en un puente hacia el apoyo… o en una carga difícil de sostener.

En esta ocasión intervinieron Óscar Pérez, coordinador terapéutico de Proyecto Hombre La Rioja, y Lorea Sáenz de Guinoa, del Proyecto Reconecta, quienes reflexionaron sobre cómo estas expectativas nacen incluso antes del nacimiento del niño y, en ocasiones, acaban condicionando la forma en la que acompañamos su desarrollo.
Los profesionales destacaron que tener expectativas es natural, incluso inevitable. Sin embargo, el problema aparece cuando esas expectativas se convierten en exigencias rígidas o en proyecciones de lo que los adultos no pudieron ser. Si el hijo o hija percibe que no alcanzar lo que sus padres esperan supone decepcionarlos, puede verse afectada su autoestima y su capacidad para construir su propio camino.
A lo largo del programa, se compartieron varios testimonios de madres que ofrecieron distintas perspectivas sobre el tema. Algunas reconocieron cómo la presión de querer “lo mejor” para sus hijos puede llevar a imponer sin darse cuenta un “tienes que” constante: “tienes que sacar buenas notas, tienes que esforzarte, tienes que elegir bien…”. Este tipo de mensajes, explicaron los expertos, pueden generar ansiedad, frustración...
Por ello, es fundamental aceptar que nuestros hijos no son una prolongación de nosotros, sino personas con sus propios sueños, ritmos y formas de estar en el mundo. En ese sentido, ambos profesionales insistieron en que el papel de las familias debe centrarse más en el acompañamiento que en la presión: acompañar en la búsqueda de su vocación, de lo que les apasiona, y no tanto en lograr resultados perfectos.
Durante la charla también se subrayó el daño que puede causar no solo la sobreexigencia, sino también la falta de confianza en sus capacidades. Comentarios como “esto no se te da bien” o “no vas a llegar” pueden limitar el desarrollo de los jóvenes y cortar sus alas antes de que se atrevan a volar.

Para termina y a modo de consejo final, desde Proyecto Hombre se subrayó la importancia de tomarnos el tiempo para revisar qué estamos esperando de nuestros hijos. Hacerlo con honestidad y sin culpa puede ayudarnos a generar un entorno más saludable para su desarrollo. Porque cuando el amor y el respeto por lo que son está por encima de lo que esperábamos que fueran, todo saldrá bien.