(COSTA RICA, 1960) EL ATEO ESCUPIÓ LA HOSTIA… Y SU LENGUA SE PARALIZÓ POR 9 DÍAS
Автор: Cuando las Páginas Hablan
Загружено: 2025-12-02
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La hostia cayó al suelo.
Blanca, redonda, consagrada apenas cinco segundos antes por el Padre Esteban en la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en Cartago, Costa Rica. Había sido colocada en la lengua de Rodrigo Mora, de 34 años, que había entrado a la misa de 11 de la mañana del domingo 17 de abril de 1960 con un solo propósito: profanar. Demostrar públicamente su desprecio por lo que llamaba "el teatro católico más ridículo." La transubstanciación. La creencia de que ese pedazo de pan sin levadura, mediante palabras de un sacerdote, se convertía literalmente en cuerpo de Cristo. Para Rodrigo era absurdo, supersticioso, infantil. Y estaba harto de que su familia, especialmente su madre Elena de 67 años, lo presionara para "volver a la fe." Para asistir a misa. Para comulgar. Para ser, en sus palabras, "buen católico" como había sido en su juventud. Rodrigo había decidido terminar esa presión de la forma más dramática posible. Recibiría la comunión frente a su madre, frente a los 240 fieles presentes en la misa, y luego escupiría la hostia al suelo. Pisotearla si era necesario. Para mostrar que no tenía poder, que no era sagrada, que Dios no existía para castigar tal acto.
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