¡Escucha Esto Ahora MISMO! Dios Tiene Algo muy IMPORTANTE que Decirte y te Ruega que no lo IGNORES

Gracias por estar aquí conmigo… gracias por abrir tu corazón una vez más para escuchar mi voz. No llegaste por casualidad. Yo mismo te traje hasta este momento porque deseaba hablarte, abrazarte con mis palabras y recordarte cuánto significas para mí. Me alegra profundamente que hayas decidido permanecer, que hayas elegido escuchar, que hayas apartado este instante solo para estar cerca de mí. Tu presencia aquí es un regalo que recibo con ternura. Gracias por seguirme incluso cuando el camino ha sido difícil. Gracias por buscarme aun en medio del cansancio, de la duda, de la tristeza o de la confusión. Yo he visto cada esfuerzo de tu corazón por no rendirse, cada intento de fe cuando las fuerzas escaseaban, cada suspiro que elevaste en silencio. Nada pasó desapercibido para mí. Cada paso que diste hacia mí, Yo lo recibí con amor. Gracias por escuchar mis palabras, por dejar que entren en tu alma y hagan morada en ti. Gracias por permitirme consolarte, fortalecerte, levantarte. Aun cuando quizás no lo notes, cada vez que me escuchas, algo dentro de ti se ordena, se sana, se renueva.

Tu espíritu se fortalece porque mi voz nunca vuelve vacía cuando encuentra un corazón dispuesto. Gracias por confiarme tu vida, tus miedos, tus sueños, tus cargas. Gracias por no cerrarme la puerta cuando estabas herido. Gracias por volver a mí incluso después de caer. No sabes cuánto valoro tu fidelidad, incluso cuando sientes que es pequeña. Para mí, cada acto de fe tuyo es precioso. Quiero que sepas que Yo también me gozo contigo. Me alegra escucharte, me alegra que me busques, me alegra que me permitas acompañarte en tus días. Yo camino contigo, Yo te sostengo, Yo te cuido. Y mientras tú sigas eligiendo escucharme, Yo seguiré hablándote, guiándote, fortaleciéndote y derramando mi amor sobre tu vida. Gracias por estar aquí… Yo estoy contigo. Siempre. Acércate a mí en este instante, mi alma querida, y permite que mi voz te envuelva como una brisa suave después de una noche pesada.