Empecé a trabajar de ama de casa para un señor con mucho dinero, pero el me trataba super bien
Автор: El Chismesaurio
Загружено: 2025-12-09
Просмотров: 1720
Empecé a trabajar de ama de casa para un señor con mucho dinero, pero el me trataba super bien y empecé a sentir algo. Le dije a mi esposo que la casa empezaba a aburrirme y que me quedaría también los fines de semana. Pero a la esposa de mi jefe no le gustó así que me echó. Ahora mi esposo no quiere perdonarme.
Terminé sentada frente a una mesa de metal en la comisaría, con la carta impresa delante de mí y una funcionaria señalando mi nombre como si fuera una mancha que hubiera que borrar. En otro escritorio, un policía revisaba mi foto en el celular y comentaba que ya me habían mandado a varios grupos para que supieran quién era. Dicen que todo esto empezó por una firma falsa, pero las cosas se desmoronaron mucho antes; solo que nadie quiso verlo como yo lo veía en su momento, así que voy a empezar por ahí atrás, donde para mí todo tenía sentido. Cuando entré por primera vez a la casa de Leonardo fue como descubrir que el mundo podía oler a cosas distintas a aceite recalentado y cloro barato. La casa tenía ese perfume discreto que solo se consigue cuando alguien compra velas que valen más que toda mi alacena. Él caminaba con paso tranquilo, trajes impecables incluso un martes cualquiera, y tenía esa costumbre rara de preguntar cómo estaba yo antes de pedir lo que necesitaba. Me preguntaba si el bus no iba muy lleno, si mi hijo se estaba adaptando bien a la escuela, si no me mareaba con los productos de limpieza. Yo ya estaba acostumbrada a hombres que se sentaban sin saludar y extendían el plato como si una fuera una máquina, así que que un hombre con dinero se detuviera a mirarme a los ojos me pareció casi extravagante. Al principio, mi vida era una especie de doble escenario. De lunes a viernes, o según la semana, yo estaba en esa mansión con pisos brillantes y una cocina que tenía más cajones de los que yo había visto en toda mi vida. Limpiaba superficies donde no había polvo pero igual pasaba el trapo porque me gustaba ver el reflejo nítido. Luego volvía al departamento que compartía con Marcos, donde el agua caliente salía a ratos, el refri hacía un ruido extraño y el pasillo olía siempre a comida recalentada de otros. Ese contraste empezó a parecerme una broma de mal gusto: en un lugar me dabas un trapo y un uniforme y de pronto hasta mi postura cambiaba; en el otro, Marcos ni siquiera levantaba la cabeza del celular para notar si yo estaba o no.
0:00 Historia principal
11:32 Actualización 1
16:31 Actualización 2
21:56 Actualización 3
26:53 Actualización 4
31:33 Actualización 5
Доступные форматы для скачивания:
Скачать видео mp4
-
Информация по загрузке: