Los hijos africanos de Fidel | Reportajes Telesur

En 2018 se cumplieron 30 años del final de una de las batallas que cambió la historia de África: Cuito Cuanavale, el Angola. Aquella batalla supuso el retroceso de las tropas sudafricanas en Angola, gracias en parte al apoyo militar cubano. Como muestra de su eterno agradecimiento, el primer viaje de Nelson Mandela tras salir de la cárcel fue a La Habana, donde señaló que “aquella impresionante derrota del ejército racista le dio a Angola la posibilidad de disfrutar de la paz y consolidar su soberanía. Le dio al pueblo de Namibia su independencia, desmoralizó al régimen racista blanco de Pretoria e inspiró la lucha contra el apartheid dentro de Sudáfrica.

30 años después, viajamos a Sudáfrica. En la capital, Pretoria, los nombres de más de 2.000 cubanos que murieron defendiendo la democracia permanecen grabados en un muro conmemorativo en el Parque de la Libertad.

Hablamos con expertos, historiadores y compañeros de celda de Nelson Mandela; y conocemos, tanto en Sudáfrica como en Angola, las profundas raíces cubanas: africanos que estudiaron en La Habana y que hoy son adultos formados, algunos de ellos con altos cargos, que están construyendo sus países.

Según Piero Gleijeses, uno de los mayores expertos en la intervención cubana en África, “Cuba y Fidel Castro desempeñaron un papel crucial en el cambio histórico de Sudáfrica, en la lucha contra el apartheid. Salvaron a Angola del ataque de Sudáfrica bajo el régimen del apartheid, apoyaron a las guerrillas namibias, ayudaron a los sudafricanos sin pedir nada a cambio. Y cuando digo nada, quiero decir nada en absoluto”.