Lesión de menisco. Diagnóstico

Las lesiones del menisco son frecuentes en la articulación de la rodilla, de asocian en especial a la práctica profesional o no de deportes como futbol, basebol, entre otros. Las funciones anatómicas de los meniscos son de gran importancia entre las que resaltan: aumentar la superficie de contacto, distribución de líquido sinovial, estabilización de la articulación, propiocepción y absorción cargas de impacto. La articulación de la rodilla cuenta con dos meniscos uno medial y otro lateral ambos con características anatómicas muy peculiares. La composición del menisco eta dado en lo fundamental por colágeno tipo I y la irrigación está garantizada por tres vías, la periférica, superior e inferior y a través del líquido sinovial. El mecanismo de producción está basado en un movimiento de torsión de la articulación combinado con flexión y abducción de la pierna. Las manifestaciones clínicas más relevantes son: dolor en la superficie articular, bloqueo articular, inflamación, sensación de inestabilidad e imposibilidad para extender la rodilla. Un 90 % de los pacientes que presentan la triada de dolor en la línea articular, inflamación y bloqueo articular tienen lesión de menisco y se conoce este término como la triada de Henderson. Existen un gran grupo de maniobras para confirmar la lesión de menisco, las que se pueden dividir en aquellas que buscan reproducir dolor o resalte a la palpación y aquellas que desencadenan síntomas en la línea articular mediante los movimientos de rotación. Los exámenes imagenológicos son de gran ayuda entre los que se encuentran el ultrasonido de alta definición y la imagen de resonancia magnética. Durante esta presentación se describe diversas clasificaciones basadas en: vascularidad, tipo de desgarro, zonas las que son llevadas a cabo mediante la exploración artroscópica.